21: ¿sabes qué quiero?

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*esta publicado sin una segunda revisión, disculpen los errores*

Mitch luchó contra el deseo de perder el conocimiento. El hombre que amaba estaba en peligro y desmayarse en ese momento no era una opción. Enfocó los ojos para ver cómo Scott golpeaba con fuerza la mandíbula del hombre llamado Nate, el que cayó al piso enseguida. Pero Sam atacó a Scott con un rodillazo en las costillas, que lo hizo perder el equilibrio y su cuchillo cayó al frío suelo, muy cerca de él. LA PUTA MADRE! si solo pudiera soltar las cuerdas.

Mitch tiró con más fuerza de sus amarras, por fin sintió cómo se aflojó el nudo, aunque a cambio tenía dos muñecas tan lastimadas, que la sangre se deslizaba por sus antebrazos. Sacó una mano, BIEN!! con rapidez tomó el cuchillo de Scott para cortar las cuerdas que sujetaban sus tobillos mientras nadie le prestaba atención.

Tenían a Scott sujetado con sus brazos en la espalda, Sam le dio un puñetazo en el estómago y su risa macabra llenó la sucia bodega. Se giró para sacar un cuchillo grande de su chaqueta y lo miró con una expresión divertida. No había duda en su rostro, no iba a dudar en matarlo. A Mitch se le heló la sangre y cada célula de su cuerpo gritó 'NO'. Se movió rápidamente, antes de que Nate pudiera advertir a su compañero y con el cuchillo de Scott hizo un corte en la pantorrilla de Sam, que si bien no fue profundo, fue suficiente para que soltara una maldición, perdiera el arma y se olvidara de Scott.

-ahhh! ¿qué demon---

No alcanzó a terminar la frase, por que Mitch se había lanzado sobre él con toda su fuerza. Le dió un puñetazo en la cara y esperó que le doliera tanto como le había dolido a él dar el golpe, el estado de sus muñecas tampoco lo hacía más fácil. Escuchó el grave quejido de Nate y supo que Scott se estaba encargando de ese maldito. Antes de poder dar el siguiente golpe, Sam lo empujó con fuerza y los giró. Una vez que estaba sobre Mitch lo miró con ojos desorbitados, llenos de rabia y levantó su puño. Mitch estaba indefenso en esa posición, cerró los ojos para esperar el golpe, pero el golpe nunca llegó.

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Para los ojos de Scott, todo pasó muy rápido. Desde que se acercó a la única bodega que tenía una luz encendida, hasta que llegó a sus oídos la voz de Mitch, advirtiéndole. Luego vino una lluvia de golpes, patadas y puñetazos en todas las direcciones. Se regañó mentalmente por no haber planeado mejor su mejor su ataque. A pesar de que era un buen luchador y hábil con el cuchillo, no esperó que los secuestradores pelearan tan bien, en algún momento bajó la guardia y lo tenían sujeto, totalmente expuesto.

Pero Mitch lo había salvado, en mucho más que un solo sentido. Aunque en ese momento no había tiempo para más revelaciones. No perdió más tiempo y logró zafarse del agarre del secuestrador, con un solo movimiento rápido se giró y lo golpeó tan fuerte que cayó inconsciente al piso y, aunque tenía ganas de matar a ese maldito, se contuvo al ver lo que estaba pasando con Mitch y el otro hombre. Justo a tiempo, interceptó el golpe que iba directo a la cara de Mitch. Con su mano cubrió la del hombre y la apretó con fuerza, su otra mano colisionó con la cara del sujeto, una...dos...tres veces; y ya estaba fuera de combate.

Cuando se giró para encontrar a Mitch, el corazón se le achicó en el pecho, se veía muy asustado, pero tenía una expresión seria y decidida en el rostro, él había mostrado más valentía que cualquier hombre que Scott haya conocido. Tomó las mismas cuerdas que tenían atado a Mitch sólo un momento antes y ató a ambos secuestradores juntos, con las manos en las espalda de modo que existía la posibilidad de que pudieran escapar antes de que llegara la justicia.Tenían que salir de ahí, ya.

-Vamos- Fue todo lo que dijo y se inclinó para ayudar a Mitch a levantarse.

Salieron del escondite, Scott guío a Mitch por las estrechas callejuelas a un paso rápido. Cuando llegaron a un calle principal, no fue muy difícil encontrar un carruaje. Scott le hizo señas al cochero y pronto estaba subiendo a su muchacho tembloroso al vehículo. Le dio instrucciones al chofer y se pusieron en marcha.

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