8: Sospecha

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Scott no se explicaba cómo seguía en el aire el aroma de Mitch, él llevaba dos días quedándose en otra habitación, pero cada vez que Scott entraba, por la noche, al que era su dormitorio, su olor invadía sus sentidos y cada vez no podía evitar cerrar los ojos y dejarse arrastrar por los recuerdos.

Era tan hermoso, su piel tan suave y sus sonidos tan adictivos, que Scott tenía que recordarse permanentemente porqué estaba aquí. Y la realidad era que alguien había entrado a la mansión y atacado a heredero de la fortuna Grassi.

Scott se levantó temprano esa mañana con una misión: averiguar más acerca de los nombres en la lista que le hizo llegar Kevin. Con suerte, encontraría algo sospechoso, Scott sabía que los aristócratas no eran unos santos y menos cuando se trataba de millonarios negocios.

La lista constaba de 6 nombres, incluido el marqués, todos de la alta sociedad. También explicaba que todos ellos fueron parte de un negocio naviero que no fue exitoso. Le llamaron la atención dos apellidos, de caballeros cuyas casa ya fueron robadas y otro del mismísimo Lord Maldonado. No había mucho más, pero era un inicio. Salió de la mansión y tomó un carruaje rumbo a la casa de Lord Jake Updegraff , lo conoció hace un par de meses, su hermano pequeño fue la primera víctima fatal del ladrón.

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Cuando lo recibió en su excéntrica mansión, lo hizo con amabilidad pero con la típica actitud superior de los aristócratas.

Estaban en un estudio y Scott no esperó en hacerle saber el porqué estaba ahí.

−Señor Updegraff, necesito saber acerca del negocio que tuvo con el marqués Grassi y cuatro caballeros más. Todavía no es seguro, pero podría tener relación con el ladrón que acecha Londres.

−No pensará que uno de esos caballeros es el responsable, ¿cierto?

−No descarto a nadie, Señor− dijo Scott con un tono seco –teniendo en cuenta que Lord Mario Dominic también se encuentra en la lista y su casa fue robada, al igual que la suya. Aunque, no con víctimas mortales. Lamento lo de su hermano y espero que esta investigación nos lleve al culpable.

Scott se dio cuenta de cómo se tiñeron de tristeza los rasgos del Lord ante la mención de su difunto hermano. Afortunadamente, estaría dispuesto a darle más información.

−Aunque dudo que se trate de alguno de los caballeros de la lista, supongo que no tendrá mucha incidencia que le cuente el fracaso de nuestro negocio... Ya sabe los nombres de los involucrados, todos invertimos diez mil libras en una empresa naviera que propuso el marqués Grassi. No hay mucho que decir, el negocio se fue a la quiebra antes de empezar y todos perdimos el dinero.

−¿Conocía a todos los demás? − un pensamiento totalmente instintivo, le decía a Scott que había algo sospechoso en todo esto.

−Nunca vi al señor Kirk, nadie lo vio, era amigo de Lord Maldonado creo. A él tampoco lo conocí, manejaba sus negocios desde las afueras de la ciudad, murió poco después de que el negocio se fue a pique. Al parecer su hermano se ha hecho cargo de todo lo que dejó.

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Algo no le cuadraba a Scott, pero ya era hora de volver a la mansión Grassi. Luego de agradecer al señor , se retiró.

Se encaminó hacia Bow Street, a la oficina de su amigo. Kevin era todo un profesional, obtuvo la lista de los caballeros muy rápidamente y Scott sabía que podía confiar en él mientras estuviera en la mansión.

Charló rápidamente con él, le encargó información acerca de la muerte del Señor Maldonado y el otro caballero que nunca se mostró.

Pronto estaba en la mansión Grassi, se encontró con el ambiente ajetreado y la gélida mirada del marqués.

−Detective− le dijo con desprecio –Hoy saldremos, hay una reunión social en casa del Duque Kaplan, mi hijo también viene.

Estos malditos aristócratas no pueden quedarse en sus casas, pensó Scott.

−¿Es necesario que salgan? el ataque al joven Grassi fue hace apenas un par de días.

−Entiendo que usted no comprende la situación− lo fulminó con la mirada –estará la prometida de mi hijo y es importante que estén juntos en sociedad. Créame que a mí me desagrada más que a nadie, pero usted vendrá también. Solo intente no vestir esos harapos y pasar desapercibido.


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Nota* Diez mil libras era mucho mucho dinero (creo).

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