A Bastien se lo llevaron esa misma noche, junto con Dan y Thian. No podía creerme lo que estaba pasando. Apenas fui vagamente consciente de como apartaban a Dan de mi lado bruscamente y nuestros dedos se desentrelazaban.
Sentí que Bel me cogía del brazo y me empujaba hacia ella cuando los agentes nos echaron del lugar. Todo iba a cámara lenta. Dan no paraba de mirarme, con un turbio velo en la mirada. La chica de las gafas redondas me condujo hasta la parada de tranvía más próxima y me sentó. Yo no hablaba. Simplemente, no sabía qué pasaba.
-Raquelle, escucha-Isabel me miraba. Tenía las lágrimas saltadas y le temblaban los labios, y con ellos, la voz. Se mordió el labio inferior, incapaz de continuar. Se tapó la cara con las manos y sollozó-Soy cómplice. Lo sé todo, ¿Vale? Todo. Y me siento mal porque tú no tienes ni puta idea de lo que está pasando y...Joder...
No tenía fuerzas para levantarme y consolarla con un abrazo. Con unas adecuadas palabras. Se acababan de llevar a mi novio en un coche de policía. A su padre. A su hermano.
Por un delito.
De repente, me acordé de algo. De algo que me dijo Dan en verano. Algo que yo supuse que sería una broma suya. Nada serio.
'Soy un delincuente'
Yo suspiré, pero seguí sin decir nada.
-Escúchame, Raquelle, de verdad-Me pidió Bel cuando se recompuso-No...No sé que coño pasará ahora, pero te digo yo que nada bueno. Yo no me enteré porque Thian quisiera, fue por equivocación. No te excluíamos por gusto. Osea, es un tema súper serio...
-Menuda...-Murmuré entonces, con la voz ronca-Menuda gran mierda.
Bel retrocedió y parpadeó dos veces. Tenía las pupilas muy dilatadas y los ojos llorosos.
-Relle...
Eché la cabeza hacia atrás. Frente a nosotras se paró un tranvía, pero no tardó en irse de nuevo.
-¿Qué acaba de pasar?-Susurré-Eran...¿Criminales de verdad? Irán...¿Irán a la cárcel?
-Dan todavía es menor de edad...Pero han cometido todos un delito muy grave. A lo mejor Dan no, pero...Sé que Thian sí.
-¿Y no lo odias?-Pregunté. Mis ojos, bien abiertos, se instalaron en los de Bel-A Thian. Esto es muy fuerte.
-No, no le odio. Le quiero. Sea lo que sea lo que haya hecho.
-Eres estúpida entonces-Dije, levantándome de golpe-No sé lo que ha pasado exactamente, ni cómo les han podido pillar ni nada parecido, pero la verdad es que no me importa. Han cometido todos un delito. Y tú también, por encubrirlo. Y, para variar, me lo habéis ocultado. Ya veo que no soy digna de vuestra confianza.
Me fui recta y rápida, con la cabeza bien alta. Quería olvidarlo todo de golpe. Quería olvidarme hasta de la cara de Bel por un tiempo. Quería olvidar los dedos de Dan. Acariciándome la mejilla. El pelo. La mano. Sacudí aquellos pensamientos. Necesitaba evadirme.
Y curiosamente recordé vagamente las palabras de Amel. No servía de nada olvidar, ya que tal cosa no existía. Si reprimíamos sentimientos o momentos, saldrían a flote igualmente. Siempre recordaríamos todo.
No utilicé el móvil en los tres días siguientes. Lo apagué.
Apenas comía. Tampoco estudié, con la cantidad de exámenes que se me venía encima. Sólo escuchaba música.
Aquel veinticinco de octubre, sólo tenía la canción de Roxanne en bucle. Pretendía escucharla hasta odiarla.
Entonces, Leo entró en mi habitación y se sentó en la cama.
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Fideos al Horno- #Wattys2017
Teen FictionRaquelle es una chica que pasa todos los veranos en Nantes para visitar a su familia. Ese año, sin embargo, debe ayudar a una de sus tías en su puesto del mercadillo, donde conoce a Dan, un chico de origen vietnamita que trabaja con su hermano y su...