Hice la cena. Toda la noche estuvo callada y mi madre me miraba con curiosidad.
-Bella ¿Te ocurre algo?-Me preguntó tomando de mi mano.
-No mamá, sólo estoy cansada.
-Bella, te conozco demasiado bien. Se que te ocurre algo.-Me dijo con expresión de tristeza
-No maná, por favor.-Le dije suplicando. No quería que me recordara la razón de mi silencio.
-Bueno, cuando quieras hablar conmigo, voy a estar para ti.-Me dijo dulcemente y después beso mi frente.
-Gracias Reneé-Le dediqué una sonrisa y subí las escaleras para entrar a mi habitación.
Llegué y miré alrededor. Me senté en mi escritorio y tomé una hoja, empecé a hacer una lista, donde definitivamente la palabra Enamorarme, no jugaba un papel en la historia.
-Bells, ¿Puedo entrar?-Preguntó mi padre, asomándose por la puerta.
Me parecía extraño, ¿De que querría hablar?
-Si Charlie, entra, ¿Qué pasa?
-Mira Bella.-Dijo sentándose a mi lado.-Sé que has sido muy fuerte con todos estos problemas. Pero quiero que sepas que tu madre y yo estamos muy preocupados. No hemos encontrado nada y los costos son...-Ya sabía por donde venía el tema.
-Papá, ya hemos hablado de esto millones de veces. Ya te dije lo que pienso al respecto y no pienso cambiar mi forma de pensar.-Le dije firmemente a mi padre.
-Bueno Bella, nosotros no perdemos la esperanza aún.
No le respondí. Me vio con duda y se retiro del cuarto.
Me acosté en mi cama, molesta. Ya me tenían harta de sus charlas, no pensaba cambiar mi punto de vista.
A la mañana siguiente me empecé a sentir tal cual cómo me sentí cuando llegue del colegio el día anterior. Síntomas de gripe.
No puse mucha atención y llegué al colegio con una chaqueta abrigada. Caminé hacia el salón de Física lentamente. Estaba realmente mareada. Respiré varias veces, eso generalmente me calmaba. Así fue.
Cuando entré, me senté y me recosté sobre la mesa, las gotas de sudor me bajaban por la frente, lentamente. Aunque hacía muchísimo frío afuera.Todos miraban preocupados al pasar al lado de mi mesa. Pude ver como una chica de tez un poco morena, con lentes y cabello liso le decía algo en voz baja al profesor. Y éste respondió asintiendo y viendo hacia mí.
-Señorita Swan, podría decirme ¿Qué le pasa?
-Nada profesor, sólo tengo un poco de sueño.
-A mi no me parece eso. ¿Podría ir a la enfermería?-Me preguntó amablemente.
-No profesor, en serio estoy bien. Siempre me pasa.-Le mentí.
-Bueno. Si quieres retirarte en algún momento, tienes mi permiso.-Dijo sonriéndome.
Empezó a dar la clase y mejoré muchísimo mi estado de ánimo. Me sentí mejor, no había indicios de que volvería a recaer. Después de que acabo la clase, se me acercó la chica que había visto hablando con el profesor al inicio de la clase.
-¿Te sientes mejor?-Me preguntó colocando una mano delicadamente sobre mi espalda.
-Si, en realidad mucho mejor. Gracias.
-Mi nombre es Angela Webber.
-Ah gracias Angela, yo soy Bella. Le dije estrechando su mano con debilidad. No tenía mucha fuerza aún.
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Mi Última Voluntad
Roman pour AdolescentsEsta historia podrán encontrarla en Robward and Krisella y en Fanfiction.net Bella está enferma del corazón y sigue a sus instintos al enamorarse de Edward, pero, ¿él estará de acuerdo en transformarla? ¿o buscará la cura de su enfermedad? ¿Será tar...