Mi vista se volvía clara de nuevo y me encontraba en una habitación llena de mucha claridad.Noté la aparición de una luz blanca. Todo se volvía más nítido a mi vista. Un quirófano. Edward entraba con una bata azul y con dolor en su rostro. Caminaba lentamente hacia mí, viendo a la altura de mi cintura, pero no parecía verme a mí, parecía ver algo más... Algo a través de mí.
-Bella...-Habló entrecortadamente. Suspiró en manera de intento de tranquilizarse.
-¿Qué pasa?-Le pregunté dulcemente. Traté de acercarme, pero no podía, y no sabía por qué. Aunque estaba a menos de un paso de mí, no me veía.
Tomó una silla y se sentó a mi lado. Lo que no entendía es que me hablaba, pero estaba lateral a mí y viendo a mis espaldas.
-Bella, bella... mi amor, despierta.-Alzó su mano y la colocó sobre una camilla que estaba detrás de mí. Alguien reposaba en ella.
-Estoy aquí, Edward-Susurré sin voltear totalmente, evitando encontrarme con el ser que nos acompañaba.
-Tú sólo estás dormida.-Inquirió dudoso.- Ya te extraño amor mío, tienes una vida que seguir, tienes a muchas personas que te aman, y a muchas que debes cuidar-Estaba sollozando y su voz se trancaba. – ¿Cómo me haces esto? ¿Cómo te atreves a dejarme? Tú me habías prometido, tú te quedarías... tu me prometiste que nunca me ibas a dejar.
No sabía si lo que veía era posible, pero lo que estaba viendo era algo más que real, sobrepasaba los límites de mis creencias. Edward lloraba a mi lado, y yo me rehusaba a voltear mi mirada.
No podía contener las ganas de gritarle que ahí estaba, que yo me quedaría con él. Salté a sus brazos, pero no conseguí más que caer al suelo. Me levanté quedando de la misma manera en la que se sentaba él, mirando hacia lo mismo que veía él.
Yo descansaba sobre esa camilla. Mis ojos estaban cerrados... y estaba sin vida.
-Bella, mi amor mírame, aquí estoy...-No paraba de llorar, su respiración se cortaba entre los sollozos.-Bella, levántate mi vida, párate por favor.-Apoyó su rostro sobre mí pecho y no dejó de llorar jamás mientras esa dolorosa imagen se oscurecía.
Tenía el corazón hecho pedazos.
Desde hace cinco años, mi vida no era normal, yo no era normal, algo había hecho esto, había cambiado mi propósito y la visión de la vida. No sabía que me esperaba en Forks, pero algo en mí, me decía que, algo iba a ser diferente.
Mejor...
Me llamo Isabella Swan, y ésta es mi historia...
ESTÁS LEYENDO
Mi Última Voluntad
Genç KurguEsta historia podrán encontrarla en Robward and Krisella y en Fanfiction.net Bella está enferma del corazón y sigue a sus instintos al enamorarse de Edward, pero, ¿él estará de acuerdo en transformarla? ¿o buscará la cura de su enfermedad? ¿Será tar...