El lunes en la mañana desperté con un poco de ansias de que acabara el día rápido, cosa que era casi imposible de que pasara, porque tenía un viaje dentro de unos pocos días y posiblemente perdería unas cuantas clases y pruebas. En la tarde llamaría a Jacob para salir o encontrarnos, si el quería... Esa actitud por teléfono tan rara tenía que ser por algo en especial.
Charlie me llevó más temprano de lo normal. Si, fue Charlie. El... Mi Mercedes se quedó en casa de los Cullen, porque aún no estaba preparada a salir con tal lujo a la calle. Edward y yo quedamos que a la semana siguiente tenía que sacarlo del garaje.
El mal tiempo afuera me hizo sentir cómo si algo iba a hacer de mi día, uno de los peores.
Pero ya yo podía soportar todo...
"Es ella" "No la mires" decía la gente a mis espaldas, lados y frente. Llevaba casi un mes en el colegio y aunque no era una población elevada y los alumnos no eran un gran número de personas, aún habían caras que me costaba reconocer, sabía quienes eran algunos porque se sentaban en las mismas clases que yo. ¿De qué hablaban? Me miraban cómo si yo fuera alguna especie de niña extraña traída de otro planeta. Sentía cómo si era mi primer día de clases, todo era lo mismo. Edward aún no llegaba, y no llegaría...
Había dejado aparte su vida de vampiro por muchos días y tenía que volver al bosque, dijo que tal vez iría un poco más lejos de Forks, por donde solía cazar el resto de su familia.
Mientras todos seguían con la vista pegada a mi, caminé el pasillo sola... que extraña sensación es hacer esto de nuevo, cuando ya me había acostumbrado a la compañía protectora y defensora de Edward, además a su lado, no existía nadie más para mí.
Caras de tristeza, burla, decepción, ¿Enfado?, pero la que predominaba entre el montón eran las de lástima.
Me coloqué la capucha del sweater para tratar de hacerme menos notable pero vi de reojo hacia mis lados y al parecer nada había cambiado.
Con quién podría refugiarme mientras los Cullen no se encontraban cerca de mí-Pensaba mientras abría mi casillero. Me vi rápido en el espejo con curiosidad por si tenía algo fuera de lo normal en la cara. Pero no, al parecer todo estaba en su lugar, supuse que la razón de los susurros de mi nombre no era por alguna razón física.
Ángela era la única que no me miraba con cara de lástima, estaba normal como siempre. la encontré después de cerrar el casillero.
Iba a saludarla pero me sorprendió antes con un abrazo que me dejó fría. Me abrazó con toda esa confianza cómo si fuéramos mejores amigas o algo por el estilo. Pensé en apartarla pero me dio pena hacerlo.
-¿Qué pasa Ángela? Todos me están empezando a asustar, se están comportando como si fuera mi primer día de clases y en realidad eso me incomoda muchísimo. ¿Sabes la razón?
Su expresión se tornó a lástima al igual que los demás...
-Bella... Lo siento tanto.-Dijo con la vista baja...
No entendía nada. Nada.
Mi confusión se elevaba más aún cuando ella empezó a llorar, cubriéndose la cara con las manos.
Traté de consolarla por algo que me pasaba a mí, pero yo no sabía que era ese algo.
-Angela, Angela...-Le dije mientras trataba de levantarle la cara.- ¿Podrías decirme por qué lloras?
Todos empezaron a amontonarse a mí alrededor.
-Bella, yo sé que eres una muy buena persona, no merecías esto. Mi prima sufrió mucho sus últimos días, y yo le tenía tanto cariño... éramos inseparables.-Hablaba con dificultad.
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Mi Última Voluntad
Fiksi RemajaEsta historia podrán encontrarla en Robward and Krisella y en Fanfiction.net Bella está enferma del corazón y sigue a sus instintos al enamorarse de Edward, pero, ¿él estará de acuerdo en transformarla? ¿o buscará la cura de su enfermedad? ¿Será tar...