Lluvia de noches

Volvamos

Volvemos a estar como en el principio:
los dos sólos, buscando un hombro amigo
donde poder llorar sin amparo,
donde poder vaciar nuestra alma al completo,
donde pueda ser yo,
donde quizás intentes ser tú,
donde podamos encontrar el sitio
en donde nunca más tengamos el complejo
a querernos en público.

Volvemos a ser dos extraños
que evitan cruces por las calles,
que intentan olvidar momentos,
calles, lugares, besos,
para poder seguir adelante
sin su otra parte,
la misma que un día,
llegó a ser su todo,
su mundo,
sus ruinas y sus maravillas.

Después de irte,
déjame decir que nadie más volvió a mí,
nadie me llamó como te dije
nadie me quiso como tú un día me quisiste,
sentados en el muelle,
mientras veíamos el sol caer
en las aguas de tus lágrimas
(porque sabías que era la última noche
siendo nosotros,
uno,
tú
y
yo).

Ahora no hay quién lo recuerde,
sin volver a recrear el escenario,
sentimientos envueltos en un mar de llantos,
mientras te pienso,
como cada noche
del mes de febrero.

Vuelvo a estar como en el principio,
sola y desamparada,
buscando donde caerme en blando,
esperando un reclamo a mi grito de socorro,
como aquella vez antes de ti,
antes de empezar(te);
aunque esta vez es distinto,
porque sé,
que después de ti,
nadie más va a aparecer.