Ian Harding y Lucy Hale interpretan a Ezra Fitz y Aria Montgomery en Pretty Little Liars. Esta historia es ficticia y se desarrolla durante y detrás de escenas.
Espero que la disfruten!
Terminamos de subir las cosas que Lucy traía en su auto y mi sala de estar estaba hecha un desastre, miré a Lucy quien se tiró en un sofá, ella estaba agotada y yo reí cuando ella resopló, luego se giró y me miró frunciendo el ceño.
Lucy: ¿Qué es tan divertido?
Ian: Tú.
Dije mientras caminaba para sentarme a su lado.
Lucy: ¿Yo? ¿Por qué te estás riendo de mí?
Ian: Porque estás agotada y aún no has visto dónde te quedarás para que acomodes tus cosas.
Lucy lanzó un quejido entre dientes y yo solté una gran carcajada.
Lucy: ¡No te rías!, he tenido un día terrible y ahora tú te burlas de mí.
Dijo mientras me tiraba un cojín, el cual yo esquivé aún riendo.
Ian: No es necesario que ordenemos todo ahora mismo, creo que lo mejor es que te muestre tu habitación, tomes un baño para relajarte y te acuestes a descansar, mañana hay que ir a grabar.
Lucy: Me da pereza levantarme del sofá, creo que podré dormir aquí esta noche.
Negué con la cabeza sonriendo, ella bostezó.
Ian: Siento que estás diciendo eso para que yo te cargue hacia tu habitación.
Ella comenzó a reír y negó con la cabeza.
Lucy: Para nada, yo solo quiero dormir.
Se quitó las zapatillas y llevó sus rodillas a su pecho para acurrucarse y cerrar sus ojos. Se veía tan cansada y tierna al mismo tiempo, sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos y me moví para levantar a Lucy y llevarla a su nueva habitación, a pesar de mis movimientos ella no reaccionaba, estaba profundamente dormida, la recosté y la cubrí con la ropa de cama, luego salí de la habitación para dirigirme a mi habitación, dando un largo y profundo suspiro, me dejé llevar por el cansancio y dormí.
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Al despertar, me levanté y fui directo a la cocina, ya había despertado el monstruo que habitaba en mi estómago, al llegar a la cocina, me llevé la mano derecha a mi cabello, me había sorprendido por un momento el hecho de ver a Lucy tomando desayuno allí, luego recordé lo pasado el día anterior y sonreí antes de hablar.
Ian: Buenos días Goose.
Ella levantó su mirada hacia mí, recorrió mi cuerpo y luego la apartó rápidamente, estaba notoriamente sonrojada y no me respondía, por lo que fruncí el ceño, no entendía qué pasaba con ella.
Ian: ¿Qué pasa?
Lucy: ¡Estás desnudo!
¡Oh por Dios!, lo había olvidado completamente, me llevé ambas manos a mi entrepierna para cubrirme.
Ian: ¡Lo siento! ¡No estoy acostumbrado a...!
Lucy: ¡No te preocupes!, solo ve a vestirte por favor.
Rápidamente salí de la cocina, estaba demasiado avergonzado por lo que acababa de pasar, así que decidí entrar de una vez a la ducha.
Cuando ya me encontraba totalmente vestido, salí de mi habitación y nuevamente fui a la cocina, Lucy aún se encontraba allí.
Ian: Lo siento Goose, estoy acostumbrado a estar solo y olvidé por completo mi costumbre de dormir desnudo.
Me sentí muy extraño al terminar mi frase y Lucy parecía estar tan incómoda como yo.
Lucy: No debes disculparte, soy yo quien ha venido a alterar tu hogar.
Ella se levantó y fue a calentar el agua mientras yo caminé para sentarme.
Lucy: Te tardaste bastante en la ducha, todo está frío ahora.
Ian: No es necesario que me prepares el desayuno.
Lucy: Es lo menos que puedo hacer, estás dejando que me quedé en tu departamento.
Ian: Lo hago porque eres mi amiga, no necesito que te conviertas en mi empleada.
Ella me miró con sus mejillas ruborizadas y ambos sonreímos. Me dispuse a comer mientras Lucy fue a su habitación a terminar de alistarse.
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Cuando llegamos al estacionamiento de los estudios de grabación, Ashley y Troian nos abordaron allí mismo, con Lucy nos miramos el uno al otro nerviosos porque no habíamos pensado en qué íbamos a decir respecto a lo que pasó el día anterior, en realidad era un problema de ella, pero aún así me preocupé cuando vi a las chicas caminar rápidamente hacia donde estacioné mi auto.
Troian: ¡Buenos días a ustedes dos!
Con Lucy, ambos dijimos un feliz "Buenos días", Troian y Ashley paseaban sus miradas entre nosotros, creo que por la expresión de sus rostros, estaban pensado algo muy lejano a la verdadera razón por la que hemos llegado juntos.
Ashley: Sin rodeos, ¿Por qué vienen llegando juntos? ¿Hay algo que deban contarnos?
Dijo ella levantando una de sus cejas y mirándonos de manera interrogativa.
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