Ian Harding y Lucy Hale interpretan a Ezra Fitz y Aria Montgomery en Pretty Little Liars. Esta historia es ficticia y se desarrolla durante y detrás de escenas.
Espero que la disfruten!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PDV Lucy
¡¿Qué demonios estoy haciendo?! ¡¿Por qué no puedo controlarme con él?!
No puedo evitar gemir cuando sus manos aprietan mi trasero, después de recorrer toda mi espalda haciéndome estremecer, para pegarme más aún a él, noto nuevamente lo excitado que está y llevo mis manos a su bata a la altura de su pecho para tirarlo hacia dentro de mi camerino, nos seguimos besando desesperadamente, lo deseo demasiado y no voy a parar, aunque quisiera hacerlo, sé que no puedo detenerme. Siento el mueble donde me maquillo y peino, Ian lo toca y nota que hay muchas cosas, de un manotazo tira todo al suelo, realmente no puedo enojarme por lo que ha hecho, yo iba a hacer exactamente lo mismo, ¡Lo necesito ahora! Nos desprendemos de las batas y nuestra ropa interior, también de las vendas alrededor de mis senos, Ian me sube al mueble y sin tiempo para arrepentirnos se introduce en mí, gemimos al unísono, estoy segura que él está sintiendo lo mismo que yo, nos quedamos quietos por unos momentos, solo nuestros jadeos se podían oír.
Ian: ¡Demonios! Extrañaba tanto esto.
Susurró en mi oreja, apreté sus hombros con ambas manos, lo necesito tanto.
Lucy: ¿Qué? ¿Tener sexo?
Ian comenzó a recorrer mi cuello dejando besos por todas partes, haciéndome gemir como loca, llegó a mi boca y se separó para mirarme fijamente a los ojos, sostuve su mirada inevitablemente.
Ian: Para ti es sexo, para mí mucho más que eso... Extrañaba estar dentro de ti, te sientes tan bien a mi alrededor.
No sé cuál de todas sus declaraciones me tenía más impactada. Más que sexo, le encanta sentirme a su alrededor. ¡Demonios! ¡No sé cómo puedo excitarme a estos niveles! Comienzo a sentir que Ian se está retirando y entro en pánico, ¡No puede dejarme así!
Lucy: ¡Ian!
Digo su nombre con desesperación y luego de ello, Ian hace un movimiento rápido e intenso para entrar tan profundo que grito de placer, no puedo contenerme con él, mis manos recorren cada centímetro de su cuerpo al que tengo acceso, al igual que Ian está tocándome. Estoy tan entregada a él que no me doy cuenta en qué momento ya hemos acabado y nos encontramos recostando nuestros cuerpos en el del otro, intentando controlar nuestras respiraciones.
Después de varios minutos, Ian sigue sin salir de mí y realmente no quiero que lo haga. Una idea se cruza por mi mente y no soy consciente de cuando he comenzado a hablar.
Lucy: Quiero repetir esto.
Ian: Yo también.
Lucy: Bueno... Según tú, no puedes tener nada con nadie más y yo... Por tu culpa no puedo estar con alguien más.
Ian: ¿Mi culpa?
Dice mientras se aleja de mí tan solo para mirarme a los ojos.