Capítulo 27

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PDV Ian

Escucho el sonido lejano de mi celular, es como si estuviese soñando, pero me doy cuenta que no es así, cuando termina el sonido y comienza nuevamente, a regañadientes me muevo buscando el maldito celular y al encontrarlo contesto sin siquiera abrir mis ojos, mi voz apenas se escucha pero me alarma lo que oigo.

Lucy: Te odio, ¿Sabes?

Me siento en la cama y abro los ojos de golpe, es Lucy y por el tono de su voz ha estado llorando, también puedo notar que está ebria.

Ian: ¿Qué pasa?

Digo preocupado y me levanto de la cama para luego encender la luz.

Lucy: Necesito que vengas a buscarme.

Ian: Dime dónde estás.

Lucy me dice la dirección del lugar donde se encuentra.

Ian: Voy de inmediato para allá, busca un lugar para refugiarte mientras llego.

Tomo mi ropa y comienzo a vestirme, rápidamente busco lo necesario y salgo en busca de Lucy.

Los peores escenarios del mundo pasan por mi cabeza, no era el momento de preguntar qué había pasado, solo sé que me odia y que debo ir en su busca, necesito ver que está a salvo, que está bien, y si alguien le ha hecho algo... ¡Por Dios! ¡Soy capaz de matar a quien sea! ¡La necesito conmigo! Golpeo el volante, quisiera ir a más velocidad de la que está permitida pero me contengo porque no quiero que me lleven detenido precisamente en este momento.

Después de conducir por 20 minutos al máximo de velocidad posible, llego al lugar que me señaló Lucy. Miro la entrada y me acerco hacia esta, busco con la mirada hacia adentro del lugar y mi corazón se acelera al ver que Lucy viene corriendo hacia mí y cuando está lo suficientemente cerca la abrazo fuerte, inspiro profundamente el olor de su cabello, que si bien está mezclado con alcohol y humo de cigarro, sigue siendo el de ella. Me alejó del abrazo y tomo su rostro entre mis manos para mirarla fijamente, acaricio sus mejillas, ha llorado y mi corazón se retuerce de dolor al verla de esa forma.

Ian: ¿Qué ha pasado?

Lucy: Solo sácame de aquí, por favor.

Dice apenas en un susurro y no pasa ni un segundo cuando vuelvo a abrazarla y la llevo hacia mi auto, abro su puerta para ayudarla a subir y la cierra una vez que ella está adentro, rodeo el auto y entro. Busco la manta que traje y la paso por sus hombros para rodearla y cubrirla, nos ponemos el cinturón de seguridad y comienzo a conducir hacia el departamento.

Después de varios minutos de silencio, es Lucy quien habla.

Lucy: Lamento haberte despertado a esta hora pero... Se supone que somos amigos y antes... Cuando lo he necesitado siempre he podido contar contigo.

Siempre a tu lado -Lucian-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora