Recuerdos

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Pudieron haber pasado meses incluso hasta años... Pero solo han pasado 2 semana desde mi rompimiento, todas las noches sin poder dormir con la esperanza de que Louis aparezca frente a mi casa Llorando, golpeado, drogado o alcoholizado para pedirme perdón por haberme golpeado, humillado y dejado ahí solo. Le fallé a Fernanda, a Niall, a Liam y a mi propia madre, solo doy asco y pena.

''Un hombre violento nunca cambia, solo te causa problemas y mucho dolor''

Esas palabras resuenan una y otra vez en mi cabeza, esas mismas palabras que mi madre me dijo hace unos meses cuando fue de visita a la cárcel, cuando Louis y yo éramos felices.

Mis brazos están cortados, la pequeña pancita que apenas crecía desapareció dando paso a las saltadas costillas que sobresalen de mi piel, mi cabello maltratado, enormes y oscuras ojeras debajo de mis ojos, mi cara esta demacrada por completo, ya no me importa nada.

¿Qué sentido tiene la vida si no tienes un propósito que te mantenga con las ganas de salir cada día a ser feliz? ¿Qué sentido tiene mi vida sin Louis...?

Cada día recibo mensajes, llamadas y visitas de mis amigos que niego a aceptar, no me siento con los ánimos de verlos ni si quiera a mi mamá, incluso Paul me manda mensajes cada mañana preguntando lo mismo ¿Cómo te sientes?

La oscuridad reina en mi habitación, las persianas están cerradas obstruyendo que los rayos del atardecer iluminen mi cuarto.

Giro por completo sobre la cama para quedar boca arriba observando el oscuro techo iluminado un poco por las pegatinas de estrellitas fosforescentes que hace 2 meses pegué fingiendo que cada noche veía el hermoso cielo.

-¿Harry?-.

Escucho la voz de mi madre al otro lado.

-Déjame solo por favor-.

Recuerdo estar semanas atrás, acostado junto a Louis mirando aquellas estrellas, ambos sonreíamos al ponerle nombre a alguna.

-Te preparé un Sándwich con tomate y lechuga- Dice tras la puerta.

-No tengo hambre ahora- Giro mi rostro para ver al gran Oso apuñalado que Louis me regaló en Navidad.

-Llevas semanas diciendo eso, has el intento bebé ¿Sí?- Toca la puerta.

Bufo sintiéndome cansado. Me levanto de la cama con pereza y coloco mis pantuflas de conejo, camino hasta la puerta y la abro un poco, tiendo la mano para que me dé el plato.

-¿No me dejarás pasar?- Pregunta con tristeza.

Niego.

-Está bien...- Muerde su labio inferior y me da el plato, da media vuelta y comienza a caminar hacia la planta baja.

Cierro la puerta con seguro y camino al baño, tiro el sándwich por el escusado antes de sentir nauseas por el olor del emparedado, me arrodillo frente al inodoro y comienzo a expulsar lo que sea que tenga en el estómago sintiendo el horrible sabor del vomito en la garganta. Al terminar me recuesto en el suelo del baño, rodeando mi abdomen con los brazos, pequeños sollozos salen de mis labios sin querer.

-¿F-fue muy pr-pronto decir que se-sería feliz?- Tiemblo.

Me levanto con la poca fuerza que me queda y salgo del baño para llegar hasta mi cama y recostarme en ella, tomo al Señor osito abrazándolo con todo mi ser.

-Osito...- Llamo –¿Por qué no puedo ser feliz?- Pregunto en un hilo de voz.

Mi celular vibra por cuadragésima en el día, desde la mañana no ha parado de vibrar ya que lo puse en modo vibrador, lo tomo con molestia y presiono el botón de apagado con fuerza, el teléfono parpadea antes de que la pantalla se apague.

Cortes De Amor-(Larry Stylinson)-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora