Cortes De Amor-(Larry Stylinson)-

Puntos de vista

(Harry)

-Pero está indefenso, no tiene a nadie ahora... solo a mí- Dice al borde de las lágrimas.

-No creo que sea buena idea Anne-.

-¡No lo dejare ir!- Grita desesperada.

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Me levanto con velocidad de la cama, mi cuerpo tambalea y mi vista se vuelve oscura por unos segundos a pesar de que la habitación está en las penumbras.

-Ese era yo... Ese niño... ¡Soy yo!- Grito.

Salgo de la cama al igual que de mi habitación, llego a la otra puerta, la toco y seguido entro encendiendo la luz.

-¿Pasa algo Harry?- Cuestiona con su voz adormilada.

-Sí, pasa algo y debes de aclararlo ya Anne- Respondo.

-Nunca me habías llamado por mi nombre Hazz- Dice asombrada frotando su ojo izquierdo.

-Ya basta de fingir Cox- Frunzo el ceño furioso.

-¿Pero qué te pasa?-.

-Te responderé con la misma pregunta ¿Qué es lo que te pasa a ti? ¿Cuándo pensabas decírmelo?-.

-¿De qué hablas?- Habla confundida.

-No finjas no saber de lo que me refiero- Tenso la mandíbula -¿Cuándo pensabas decirme que no soy tu hijo biológico?-.

Sus ojos se abren por completo, su piel parece palidecer y tiembla un poco.

-¿Qui-quien te dijo eso?- Su voz flaquea.

-Todo este tiempo he tenido sueños raros, donde una mujer abandona a su hijo en un parque, de cómo tú lo acoges, lo llevas a tu casa y lo crías como si fuera tuyo- Respondo caminado en círculos.

Suspira.

-Bien, te diré la verdad-.

-No es necesario, ya se la verdad de esto ¿Por qué nunca me lo dijiste? ¿Ho cuando pensabas decírmelo? ¿En tu lecho de muerte?-.

-N-no me ha-hables así, so-soy tu madre-.

-Tienes razón, aun sigues siendo mi madre lo quiera o no-.

Doy unas largas bocanadas de aire, tratando de tranquilizarme y no herirla.

-Lo siento... Pero no puedo creer que no me lo hayas contado y que me haya tenido que enterar por mis sueños, eso me molesta demasiado, perdón, por favor perdóname mamá, quizá no me hayas traído al mundo, pero has sabido cuidarme tal y como en verdad una madre lo haría. Te agradezco todo lo que has hecho por mí, no tengo como pagártelo- Me siento en la cama abrazando a mí madre.

Ella me corresponde, siento su cuerpo temblar a causa del llanto.

-N-no debes agradecer-.

-Claro que debo de hacerlo, me acogiste como a tu hijo, me diste una vida que quizá no haya tenido, si no me encontrabas, pude haber muerto-.

-¡No!- Grita aferrándome más a su cuerpo –No me lo perdonaría nunca-.

Quedamos unos minutos en la misma posición, su respiración es calmada y deduzco que se ha quedado dormida, la recuesto con cuidado de no moverla bruscamente, doy un beso en su frente, apago la luz y salgo de la habitación caminado a donde la mía.

Me adentro cerrando la puerta y me dejo caer en la suavidad de mi cama, tomo al Señor Osito entre mis brazos y lo acurruco.

-Me acabo de enterar de algo Osito, también te asombrará cuando te lo cuente en la mañana-.