Epílogo

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Louise le sonrió a su padre, que estaba en la cocina, con el entrecejo fruncido y viendo a Louis cocinar. Verlo lo calmaba un poco, pero solo un poco.

— Vamos, pá, no hay que ponerse así, es solo Theo — La joven de diecinueve años le dijo con una auténtica mirada de cachorrito triste. El ojiverde nunca se resistía a esas miradas, y mucho menos si estas venían de su pequeña Lou.

Harry se encontraba realmente molesto, y celoso porque el novio de Louise, Theo (sí, el sobrino de Niall) iría a cenar con ellos esa noche. La verdad es que el chico le agradaba, hasta hace un año, cuando Theo comenzó a ver a Louise con otros ojos y el, como un papá celoso se había enojado hasta que Louis le llenó de besos el rostro y le acarició el pelo hasta calmarle.

— No me hables, niña — Murmuró molesto.

Louis le dedicó una mirada de molesta.

— Harry, no le hables así a Lou.

— ¡Es que tiene novio! — Exclamó con tono de niño pequeño.

— Está creciendo, Hazz — Se le acercó para abrazarlo por el cuello y plantarle un beso suave en los labios.

— Es mi bebé — Le susurró frotando su nariz contra la del más pequeño y tomando su cintura.

— Lo sé. Es tiempo de que ella conozca gente. No te molestes, Hazz.

— Te amo.

— Eh, sigo aquí — Louise murmuró incómoda, tapando sus verdes ojos en cuanto sus padres comenzaron a besarse y Harry deslizaba sus manos hasta el trasero del ojiazul.

La verdad es que Harry nunca había cambiado, ni de viejo, es más, hasta peor era, y los gritos que Louis pegaba en la noche pidiendo más se lo demostraban. Prefería no tocar el tema para no hacerlo mucho más incómodo.

— Que hay pá, que hay pá — Edward los saludó a ambos llegando con una simple pantalón de ejercicio y con el pecho desnudo.

Era tan igual a Harry en todos los sentidos, su comportamiento celoso con sus hermanas, su forma de hablar, su cabello, sus ojos, su físico en general. Era tan alto, y le encantaba molestar a su papá Louis con ello, porque el ojiazul seguía siendo tan pequeño como cuando tenía dieciocho.

— ¿Porqué no te has cambiado? ¡Theo ya casi llega, Edward!

— Calla, enana, Theo me ha visto en mis peores fachas. No pasa nada — Rodó los ojos bebiendo agua de una botella.

Louise había heredado todo el cuerpo de Louis, todas esas curvas y el bonito trasero, incluso sus caras eran casi iguales, excepto por los ojos y los labios, los cuales eran mas rellenos que los de su padre, y sus ojos eran verdes. Los más hermosos.

— ¡Papi, mi vestido se ha manchado de leche de fresa! — La pequeña Anna exclamó a punto de llorar.

Anna era su tercera hija, la cual nació de un pequeño pero hermoso accidente en el cual a Harry se le había roto el condón. Ambos estaban felices y emocionados con la llegada de un nuevo bebé a su familia, y Harry estaba encantado con que alguno por fin saliera con los ojos azules de Louis, esos de los cuales estaba tan enamorado.

— ¡Oh, mi pequeña princesa! — Louis exclamó sacándose del abrazo de su marido y llegando hasta el pequeño cuerpo de la niña de apenas diez años — ¿Quieres ponerte otro vestido, amor? Lo lavaré y quedará como nuevo.

Anna asintió con un pequeño puchero. Louis le dio un beso en la mejilla haciéndole sonreír.

— Ve a cambiarte, Theo ya casi llega ¿sí?

Harry Why?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora