Seis

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Louis llegó a casa a las 3 en punto, comió un trozo de pizza recalentada y en cuanto terminó con su trozo prácticamente corrió a su cuarto a tirarse en su cama, a mirar el techo como si de la cosa mas interesante que ha podido existir jamas se tratara.

¿Porqué?

Louis solo pensaba en sus múltiples imperfecciones, que en realidad solo eran cosas lindas de el mismo, en las múltiples razones por las que Harry no gustaba de el.

Si tan solo supieras.

Tres de la tarde con quince minutos.

Harry había irrumpido en su tristeza y concentración en encontrar el porqué, se notaba su felicidad, su sonrisa estaba mas ancha que nunca, pero al ver las lagrimas cayendo sobre las mejillas del pequeño ojiazul su sonrisa fue cambiada por un ceño fruncido.

— Hey, ¿Qué pasa?— Se sentó al borde de la cama, junto a Louis.

Este lo miró unos segundos y luego volvió a bajar la vista

— Nada importante

Harry frunció el ceño aun mas, molestándose por la simple razón de que su pequeño no quería decirle el motivo de sus valiosas lagrimas. Porque sus lagrimas valían mas que nada en el mundo.

— Si te hace llorar, ten por seguro que es importante

Louis lo miró de nuevo, y Harry suavizó su ceño fruncido

—P-pues en realidad es una tontería 

Harry le dio una mirada severa, esas de las que te hacen hablar si o si, haciendo a Louis encogerse en su lugar en señal de absoluta sumisión.

— Uhm m-me g-gusta un chico— Habló titubeante

Harry volvió a remarcar su entrecejo fruncido y juntó sus labios, creando una linea recta con ellos, cosa que a Louis le parecía demasiado sexy, inevitable no pensar eso de tan caliente imagen que el tenia la suerte de poder presenciar en vivo y a todo color

La homosexualidad de Louis no era ningún secreto para Harry, para nadie en realidad, era algo realmente notorio y en lo personal, al rizado no le molestaba para nada, hasta le parecía tierno, lindo 

— ¿Y? 

El ojiverde levantó las cejas, esperando la segunda parte de la historia.

Louis soltó un suspiro

—Y-yo no le gusto 

El pequeño lo miró, intentando que las lagrimas no salieran de sus preciosos ojos azules, aunque estos ya parecieran un par de autenticas cascadas.

— Oh Louis, ese chico es un idiota — Entonces eres un idiota 

Harry lo abrazó contra su pecho

—¿Harry porqué no le gusto? 

Harry lo miró hacia abajo, con una mueca de tristeza. ¿Cómo alguien podría ser tan tonto y rechazar a ese muchacho tan pequeño y bonito? No lograba explicar la sensación de inquietud y enojo que se instalaba en su pecho al pensar en Lou sufriendo por algún chico tonto.

— Porque el esta ciego, cariño

El mas pequeño pareció pensar en algo apenas unos momentos, lo miró con interés, y Harry quiso saber que había detrás de esos bonitos ojos azules, que pensaba el lindo querubín junto al que había crecido.

—¿Harry, tu eres ciego?

Harry rió, sin captar la indirecta que Louis le estaba mandando. El castaño se desilusionó un poco, al ver que a Harry ni se le pasaba por la cabeza la idea de que el chico idiota fuera el mismo. 

El ojiazul estaba siendo mas que obvio, y el ni siquiera lo notaba.¿Acaso esto podría ir peor? Pero claro que no.

— Claro que no, ¿A qué viene esa pregunta, Lou?

— Solo era una duda —Hipó, tapando su pequeña boca con sus manos, después de que una risilla traviesa se escapara de sus finos labios.

Louis odiaba el sonido que emitía su garganta después de llorar mucho mucho, realmente lo hacia, lo odiaba mas que a las novias de Harry, y eso era realmente mucho

Harry le había dicho el nombre, pero ya lo había olvidado, era una palabra muy extraña, Louis no era para nada bueno en memorizar palabras extrañas

Hipó de nuevo

— ¿Hazz, como se llamaba ese sonido?  

— Hipar, Lou

Louis asintió, mientras parecía recordar el motivo principal de su tristeza. Harry y la chica bonita. Suspiró. Más bonita que el.

—Harry, estoy enojado contigo 

El mas alto rió, y Louis sintió como su pecho vibraba sobre su cabeza.

Ese era un sonido precioso, quería volver a escucharlo, cuantas veces pudiera, toda una vida si era posible

— ¿Y eso porqué?

Louis arrugó su pequeña y bonita nariz. Es que este grandulón no era más tonto porque ya no podía crecer más.

 — Me vine caminando por tu tonta cita, mis pies duelen

Harry volvió a reír.

Eres tan dulce

Louis se sonrojó. Pero es que el simple tacto con Harry lograba hacerlo llegar al cielo, tocar las nubes, flotar sobre ellas, lo hacía sentirse libre, querido. Pero luego la realidad lo golpeaba, tan fuerte que lo hacía caer contra el duro suelo.

El mas alto acercó su cara a la del ojiazul para rozar su nariz con la del mas pequeño, le encantaba, le encantaba la sensación de tener a Louis tan cerca, la sensación de sus pequeñas manitas alrededor de su pecho, generando un calor incomparable, todo Louis era incomparable

El pequeño chico cerró los ojos, ¿Que mas podría hacer?. Harry nunca había hecho algo como eso, pero oh, que bien se sentía .

—¿Podrías prometerme algo? — Louis asintió sobre su pecho — Promete no llorar mas por un chico estúpido que no sabe valorar el tesoro que tiene frente a el

Prometo no llorar por ti, Harry

— Lo prometo

Harry sonrió satisfecho, ahora nadie le haría daño a su pequeño bebé, el estaría ahí para protegerlo.

Te quiero, mucho mucho — Dijo para después pegar sus labios sobre la frente del ojiazul

Louis sonrió de manera tímida mientras sus bonitas y dulces mejillas se ponían de un color rojo intenso.

Bajó la mirada, y la volvió subir para encontrarse con la preciosa mirada verde esmeralda.

Esos eran los ojos mas bonitos que había visto jamas, eran simplemente preciosos.

— Te quiero más

Más de lo que te imaginas.






Harry Why?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora