Capítulo 4: Oficialmente enfermera de Toro Rosso

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Capítulo 4:

No tardaste mucho en dormirte la noche anterior, pero a pesar de ello te sentías cansada. Los primeros rayos de sol entraban por la ventana. Un poco molestos pero tolerables. Cuando de repente, una luz cegadora interrumpió mi sueño. Alguien había abierto las cortinas de golpe y eso fue de lo más molesto. Cuando conseguiste acostumbrarte a la luz y conseguiste ver algo, miraste hacia la cama que tenías al lado y viste que Carlos no estaba. Seguro que había sido él quien abrió las persianas. Me senté en la cama como pude porque aún estaba dormida y de repente alguien puso la música a todo volumen. Enseguida por tu cabeza paso el pensamiento de que todo lo tierno que había sido la noche anterior y lo bueno que parecía durmiendo se había acabado. De repente pareció acordarse de que no dormía solo en la habitación y después de mirarme y sonreír bajo la música. Nos dijimos "Buenos días", y después me explicó que mi tío me esperaba abajo para darme las indicaciones. Me duché y una vez vestida y como Carlos estaba en la ducha decidí bajar sola, y dejarle que estuviese solo, ya que en el fondo era su habitación y yo se la había invadido. Cuando ya estaba abajo y mi tío me dio las indicaciones me di cuenta de que me había olvidado el móvil y el iPad en la habitación.

-Carlos: creo que se te han olvidado unas cosas en la habitación.

-Juliette: muchas gracias Carlos, si es que soy un desastre.

-Carlos: bueno no te preocupes, parte positiva de compartir habitación con una chica guapa, que si se le olvida algo puedes bajárselo y quedar como un caballero.

Después de decir eso, me guiñó un ojo y se despidió de mí. Y yo me quedé allí sonriendo como una tonta. Pero entonces llegó mi tío y me sacó de mis pensamientos.

-Tío Pablo: bueno lo primero que tengo que decirte es que aquí en la Formula 1 se trabaja prácticamente todo el día, y sobre todo tú ya que al ser la enfermera oficial del equipo tendrás que estar siempre disponible, y para ello tienes que llevar este móvil siempre contigo y siempre con batería. ¿Entendido?

No me dio tiempo a decir nada, y enseguida comenzó a hablar otra vez.

-Tío Pablo: aparte de ser la enfermera de Carlos y llevar junto al médico del equipo todo lo referente a su salud física pero también emocional también eres la enfermera de Max Verstappen el otro piloto de Toro Rosso. Como acabas de incorporarte al equipo tienes que ir a hablar con el médico, el Doctor Alexander para que él te ponga al día con todo lo referente a Carlos y a Max. Después de eso tienes que ir a hablar con Tabatha, que es la jefa de prensa de los chicos y ella te dará toda la información que sea necesaria. Y ahora ya sabes a trabajar mucho y siempre con una sonrisa. Mucha suerte en tu primer día y nos vemos a la noche.

Y allí me quedé yo rodeada de un montón de gente que no conocía de nada y sin saber a dónde ir. De repente un señor alto y con pelo grisáceo se dirigió a mí. Seguro que me vio la cara de perdida que tenía. Enseguida se presentó y me dijo que se llamaba Carlos Sainz, el padre de Carlos.

-Carlos padre: buenos días. ¿Tú debes de ser la nueva enfermera no? ¿La sobrina de Pablo?

-Juliette: si esa soy yo. Por lo que veo ya te han hablado de mí.

-Carlos padre: así es. Tu tío habla maravillas de ti. Por tu cara supongo que no sabes a donde tienes que ir.

-Juliette: efectivamente. Mi tío me ha dado las ordenes muy claras, pero se le ha olvidado un pequeño detalle, decirme donde está el despacho del Doctor Alexander.

-Carlos padre: tú no te preocupes en los primeros días cuando no sepas donde está algún sitio pregunta a la primera persona que veas, que todos te van a ayudar. Aquí todos hemos sido nuevos y hemos necesitado ayuda.

-Juliette: muchas gracias, señor.

-Carlos padre: no me llames señor, llámame Carlos.

-Juliette: muchas gracias Carlos.

Después de la breve conversación nos dirigimos al despacho del Doctor y una vez allí Carlos tocó la puerta y una vez que abrió la puerta me presentó al Doctor y me deseó mucha suerte antes de marcharse por la puerta.

En el despacho había una mesa y dos cortinas, una a cada lado de la mesa y ligeramente se podían ver dos camillas en ellas. El Doctor me explicó que estaba en la revisión de la mañana de los pilotos. Había que realizarles un reconocimiento básico antes de que se fuesen a desayunar.

-Doctor Alexander: como acabas de graduarte voy a dejarte las revisiones más simples. No dudes en cualquier pregunta que tengas házmela. Si quieres puedes encargarte de Carlos, hay que sacarle sangre y tomarle el pulso.

Me dirigí hacía allí, y cuando corrí la cortina casi soy yo la que necesita atención médica. Estaba allí tumbado en la cama, sin camiseta y sonriendo.

Mi primer día de trabajo empezaba más que bien. No sé si era el destino o lo que era, pero desde que he llegado parece que todo me termina uniendo a él. ¿Será buena señal? ¿O quizás mala? Solo el tiempo lo dirá.

The Driver and The NurseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora