Capítulo 15: Soy más fuerte que todos

131 7 1
                                    

Matt te había llamado un montón de veces. Te dolía en el alma no poder coger sus llamadas, pero era lo mejor. No tenías ningún tipo de prueba pero quizás la madre de Max, bueno el espía que ella tenía contratado estuviese controlando hasta mis llamadas. Como no contestabas a sus llamadas te había mandado cientos de mensajes. Deseabas más que nada en el mundo poder contestarle y reunirte con él pero tenías que dejar pasar un tiempo. Brad había conseguido que la agencia de adopción le diese el parte de nacimiento y todos los datos que necesitaba para contactar con el hijo que la madre de Max dio en adopción hace años. No sabías como lo ibas a hacer, ni que le ibas a decir, pero decidiste que Alaïa, Chloe y Gael te podrían ayudar en ello. En el fondo eran sus sobrinos y pensaste que a él le gustaría conocerlos. Lo primero de todo decidiste hablar con sus padres adoptivos para saber hasta que punto él sabía sobre su madre biológica. No pretendía poner su vida patas arriba solo quería que se hiciese justicia y poder ser feliz. Pero quería hacerlo de manera totalmente legal y siendo al cien por cien sincera. No quería más mentiras. Obviamente si llegabas a conocerle no ibas a contarle cosas felices sobre su madre biológica porque no te llevabas bien con ella pero solo querías darle a conocer todo lo que se había perdido y que solo si él quería ayudarte así sería. 


Descubriste que sus padres vivían en Arizona. Desde donde tu te encontrabas había 8000 kilómetros de distancia y tenías que coger dos aviones. Debido a la distancia tan grande que había decidiste que lo mejor era hablar primero con los padres adoptivos para saber si estarían dispuestos a recibirme, bueno a mi y a los niños. Aunque tenías su número de teléfono te parecía demasiado personal llamar por teléfono sobretodo cuando no te conocían de nada, así que decidiste mandarles un email.


En el email ponía lo siguiente: 

Queridos Tom y Shara: 

Mi nombre es Juliette. Se que hace muchos años adoptasteis a un niño llamado Sam. Querría saber si podríamos ponernos en contacto porque necesito la ayuda de vuestro hijo. Yo me casé con otro de los hijos que la madre biológica de vuestro hijo tuvo. Actualmente me he quedado viuda y la madre de mi difunto marido está chantajeandome con quitarme a mis hijos y necesito la ayuda de Sam. El plan que tengo pensado es una locura, pero necesito alguna prueba contra la madre de mi marido para que ella no consiga la custodia de mis hijos. Ahora mismo son lo único que me queda en el mundo. 


Se que todo esto es una locura, y si no me creen o no quieren ayudarme no pasa nada, pero agradecería mucho si pudiésemos vernos en persona y hablarlo. He querido ponerme en contacto primero con vosotros porque sois sus padres y no quiero interponerme en su vida si esto va a causarle un gran daño psicológico.


Os proporciono también mi dirección de mi domicilio actual por si preferís poneros en contacto conmigo de esa manera.


Muchas gracias de antemano, Juliette.


Eras totalmente consciente de que era una locura pero necesitabas urgentemente ayuda ellos podían proporcionártela. Hasta recibir una respuesta, si es que la recibías decidiste seguir con tu vida. A donde os habíais mudado temporalmente era una ciudad preciosa. Nada más llegar todos los vecinos te ayudaron un montón. Habían pasado dos semanas ya desde que mandaste el email y de momento no había ninguna respuesta. Hiciste amistad con tu casera, que además tenía tres hijos también, así que quedaste con ella y con sus hijos para ir a un precioso parque que había en la ciudad. 

Después de una estupenda mañana en el que los niños jugaron un montón llegó la hora de volver a casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de una estupenda mañana en el que los niños jugaron un montón llegó la hora de volver a casa. Ya con casi toda esperanza perdida de recibir una respuesta, volviste a casa. No se te ocurrió mirar el buzón porque los niños estaban impacientes por comer, y ni te acordaste. Despues de haber comido y una vez que los niños estaban en la siesta saliste al buzón y recibiste una grata sorpresa cuando viste una carta.

 Despues de haber comido y una vez que los niños estaban en la siesta saliste al buzón y recibiste una grata sorpresa cuando viste una carta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Seguro que tenía que ser de Tom y de Shara porque nadie excepto Brad sabía tu dirección. Y Brad nunca te escribiría una carta porque según él no era seguro, por lo del espía. Enseguida entraste en casa a leer la carta deseando que fuesen buenas noticias.

The Driver and The NurseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora