The Driver and The Nurse

Capítulo 4: No me dejes...

Intentaba hacer que Max despertase... pero todos mis intentos eran en vano. Solo quería que Abram llegase pronto.

-Juliette: venga Max, tu puedes con esto. Se que hemos pasado por muchas cosas, así que está solo es una dificultad más, pero tienes que seguir con vida, no puedes dejarme sola... No sabría que decirle a los niños... 

-Max: Julie...te... 

-Juliette: hola mi amor... 

-Max: no voy... a poder aguantar mucho... Pero quiero que sepas que aunque no me veas siempre estaré contigo...

Después de esto escuche un ruido muy fuerte fuera. Esperaba que fuera Abram. De repente un absoluto silencio se apoderó del lugar. Y entonces lo último que se escuchó fue un tiro.

-_______: ¿Juliette? ¿Max?

-Juliette: ¡Estamos aquí!

-Abram: tranquila todo ha acabado. Max amigo aguanta.

Entonces todo comenzó a pasar muy rápido. Personal sanitario entró y se llevo a Max sin que pudiera decirle nada, antes de que lo metiesen en la ambulancia. Un médico se acercó a mí y no paraba de hacerme preguntas.

-Médico: señorita ¿puede oírme? ¿Le duele algo? Si no puede hablar tan solo mueva la cabeza.

-Juliette: yo me encuentro bien, solo quiero saber como está mi marido.

-Médico: cuando lleguemos al hospital sabremos como está. Ahora centrémonos en usted. Tiene sangre en la camiseta. ¿Es suya esa sangre?

-Juliette: no lo creo, será de mi marido. Él sangraba mucho... 

-Médico: ¿me permite que mire debajo de su camiseta? 

-Juliette: sí, claro que sí.

-Médico: señorita tiene una herida muy profunda, ¿no le duele? Tengo que mirar la profundidad, esto va a dolerle.

Después de eso sentir un dolor muy grande, y empecé a verlo todo negro.

-Médico: ¡una camilla ya por favor! ¡Hay que llevarla al hospital inmediatamente!

Lo último que recuerdo es mucha gente a mi alrededor muy alterada. No sabía que me pasaba pero estaba segura de que tenía que ser muy grave. No sentía dolor, pero estaba asustada por la idea de pensar que nuestros hijos pudiesen quedarse huérfanos.