Capítulo 5:
Después del shock de verle allí sin camiseta, te dijiste a ti misma que debías centrarte. Comenzaste a preparar todo para la extracción de sangre. Mientras preparaba el material le mirabas de vez en cuando a la cara. En una de estas cuando levantaste la vista del instrumental te diste cuenta de que estaba blanco, más blanco que las nubes. Aunque normalmente te produciría cierta diversión la ocasión esta vez no sé por qué no era así.
-Juliette: ¿Carlos te encuentras bien?
-Carlos: Sí, bueno no muy bien, bueno no sé.
-Juliette: Tranquilo, que apenas vas a notarlo. Lo único que tienes que hacer es pensar en algo bonito. Piensa en tu novia, por ejemplo.
Tengo que reconocer que lo de la novia lo dije queriendo deseando que me dijese que estaba soltero. Pero seguro que un chico tan guapo, amable y cariñoso como él ya estaría atrapado.
-Carlos: eso estaría bien, si la tuviese.
-Juliette: bueno pues piensa en alguna chica que te guste.
-Carlos: te agradezco mucho tus consejos Juliette pero cuando se trata de que me saquen sangre no hay nada que me calme.
-Juliette: no me puedo creer que a una persona que va a 300 km/h en un coche le de miedo una pequeña aguja.
-Carlos: ya lo sé, eso me dice todo el mundo, pero la diferencia es que la Formula 1 es lo que más me gusta hacer en el mundo por encima de cualquier cosa y los médicos, enfermeras, etc., como decirlo sin herir tus sentimientos, los odio.
Su comentario lejos de ofenderme, hizo que soltase una carcajada. Viendo que realmente le daba mucho miedo, decidí darle tema de conversación para que no se acordase de que estaba sacándole sangre.
-Juliette: bueno y cuéntame, ¿Cómo es la vida de un piloto de la Formula 1?
-Carlos: la verdad es que es una locura, porque nunca terminas de establecerte en ningún sitio. No tienes a tu familia y amigos cerca y te pierdes muchas cosas que tus amigos con tu misma edad hacen, que es lo que yo debería estar haciendo.
-Juliette: bueno, pero como antes tú has dicho amas lo que estás haciendo así que merecerá la pena ¿no?
-Carlos: eso sí que es verdad. Aparte mi padre lo hizo durante muchos años y con tres hijos a su cargo. Así que si él pudo yo también. Y respecto con lo de mis amigos seguimos manteniendo el contacto, así que eso está bien. Pero como siempre dice mi madre "todo sueño requiere un sacrificio" pero a la vez también tiene su recompensa.
-Juliette: que me vas a contar a mí. Un día antes de unirme al equipo de ToroRosso dejé a mi novio con el que salía desde hace cuatro años. Él no entendía porque tenía que irme tan lejos. Digamos que me hizo elegir entre mi sueño o él. Y elegí mi sueño.
-Carlos: pues seguro que es un idiota. Yo a mi novia nunca le haría elegir entre mi sueño o estar conmigo. Todo se puede compaginar.
-Juliette: una pena que no te hubiese conocido hace cuatro años. Me habrías conquistado enseguida. Bueno y cambiando de tema, ya hemos acabado.
Carlos se miró al brazo y sonrió. Supongo que esa sonrisa significaba que lo había hecho bien. Después de revisar sus constantes y comprobar que todo estaba en orden volví con el Doctor y le entregué las muestras de sangre y la hoja donde constaba que sus constantes vitales estaban perfectas. Le pregunté qué era lo siguiente que tenía que hacer y me dijo que podía irme a dar una vuelta y conocer las instalaciones. Me entregó un teléfono con el que se pondría en contacto conmigo si lo necesitaba. Antes de marcharme me felicitó y me deseó un buen día.
En cuanto salí a la calle había un montón de ruido. Es increíble que dentro no se oyese nada. Me pareció que alguien me llamaba, pero con todo el ruido serían imaginaciones mías. De repente sentí que alguien me agarraba del brazo. Tremendo el susto que me lleve.
-Carlos: no te has despedido de mí.
-Juliette: lo siento, es que me apetecía tanto ver cómo era la Formula 1 por dentro que me he ido más que emocionada. Pero ahora que lo pienso necesito un guía. Si hubiese alguien por aquí que me pudiese enseñar esto.
-Carlos: pues sepa usted Señorita Juliette que hoy es su día de suerte. Piloto Carlos Sainz Jr. y guía en sus ratos libres a su total y entera disposición.
-Juliette: que suerte tengo. Me ha tocado el guía más guapo y sexy del mundo.
De repente Carlos se puso rojo como un tomate. Yo sonreí y le agarré del brazo. Durante un buen rato que él me iba contando que era cada zona y que se hacía en ella compartíamos miradas y sonrisas. No sé por qué no pude evitar fijarme en sus labios. Dabas unas ganas increíbles de besarlo.
Mis pensamientos: Juliette por favor, que estás diciendo. Tú hasta hace dos días tenías novio y ahora estás pensando en besar a otro chico. Pero por otro lado yo misma lo había dicho tenía novio. Ahora estoy soltera y puedo hacer lo que quisiera.
Nunca había sido tan lanzada con esto de los chicos, pero decidí arriesgar, ya que quien no arriesga no gana. También estaba la posibilidad de que él me rechazase, pero estaba preparada para ello. Comparado con el dolor de perder a mis padres, peor seguro que no seria.
-Juliette: todo esto está muy bien Señor guía. Pero habría la posibilidad de ir a una zona más privada.
-Carlos: creo que se me ha ocurrido un sitio.
De repente el aceleró el ritmo de sus pasos y cuando me quise dar cuenta estábamos en una especie de camerino. Una vez allí, cerré la puerta con pestillo y sin pensármelo dos veces le senté en el sofá y lo besé.
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The Driver and The Nurse
RomanceTodo cambió en la vida de Juliette O'Connor con una decisión que sin ella imaginarlo cambiaría todo lo que conocía hasta el momento y conocería así al único y gran amor de su corta pero intensa vida.