Mi hombre de la ballesta (Daryl Dixon)

Cap 18: Peleas...

Narra Daryl:

4 días después...

- ¿¡Porque no hablaste cuando las estaban secuestrando!? -grité muy enfadado.

- ¡Parecían caminantes y ellas no parecían estar asustadas o...

- ¡No es excusa! ¡Por el amor de Dios tienes idea de que les pudieron haber echo! -grité. Estaba muy frustrado por Christina.

- ¡¿Crees que no estoy preocupado!? ¡¿Crees que no me pregunto que rayos les pueden estar haciendo en éste momento!?

- ¡Christina está con ellos! ¿¡Y si ellos están trabajando para el Gobernador!? -grité, entonces me imaginé varias cosas que el Gobernador pudo haberle echo a Christina, con el odio que se tienen, no puedo ni pensar como él pudo haberla torturado.

- ¡Te recuerdo que mi hermana también se la llevaron! -gritó Alex.

- ¡Si pero el Gobernador no le haría nada, solo sacarle información mientras que a Christina la estuviese torturando y golpeando todos los días! -grité.

- ¡Si pero...

- ¡Basta! ¡Ya es suficiente! -gritó Rick harto.

- ¿Esque no te das cuenta? Él tiene la culpa de haber pensado que eran "caminantes" -dije señalando a Alex.

- ¿Y que estabas haciendo tú? Por lo que yo he visto tu solo te pasas vigilando la mayor parte del día, dime ¿donde estabas vigilando? -dijo. Golpe duro.

- Y tú ¿donde está tu papel de hermano mayor? -lo rematé.

- ¡Suficiente! -gritó Rick otra vez. Quería seguir echándole la culpa a Alex pero sabía que solo traería más problemas y me tuve que morder la lengua-. Daryl tiene razón -me sentí victorioso - ¿Porque no avisaste a alguien?.

- Ellas no parecían asustadas ni nada por el estilo -dijo Alex en su defensa.

- Si sabías que habían hombres -dije.

- Daryl -me reclamó Rick fastidiado, solté aire cabreado y traté de no volver a hablar-. Bueno... ¿Que nomas viste?

- No lo sé, debieron ser hombres y después ellas ya no estaban -dijo Alex, tenía unas inmensas ganas de golpearlo.

Di un paso atrás pero sentí algo duro bajo mi pie, pensé que era una roca y aplasté con más fuerza, pero no se trataba de una roca. Moví con mi pie un par de hojas secas y pude ver algo oscuro y de metal, me agaché y quité todas las hojas de encima. Era una pistola, pero no cualquier pistola. Era la de Christina. Pude darme cuenta porque ella amaba esa pistola, y tenía la letra " C ".

- Rick -lo llamé, me levanté y le mostré la pistola-. Debieron estar por aquí -dije mirando a mi alrededor. Un poco más adelante pude ver que algo brillaba en el suelo y me acerqué y quité todas las hojas y era otra pistola.

- ¡Es de Alina! -exclamó Alex con un poco de emoción.

En las hojas secas pude ver un rastro y comencé a seguirlo, Rick y Alex iban detrás de mí.

Habían varias huellas, así que se podían tratar de por lo menos 5 personas, tres caminaban normalmente mientras que las otras 2 iban cojeando, debieron ser Christina y Alina que las llevaban a la fuerza. Minutos después llegamos a una carretera.

- Tenían un carro -dije.

Escuché una hoja romperse e inmediatamente me di vuelta levantando mi ballesta, Rick y Aldex levantaron sus pistolas pero solo había un hombre que tenía ambas manos levantadas.