Mi hombre de la ballesta (Daryl Dixon)

Cap 8: Daryl

- Ahí es -dije señalando la prisión.

- ¿Cuánto tiempo llevan ahí? -preguntó Alex.

- No lo sé, yo llevo como 5 días aquí pero supongo que deben llevar aquí unos cuantos meses -dije. Sentí como puso su mano en mi quijada y me giraba para poder verlo.

No sabía que rayos estaba haciendo. Sacó un pañuelo de su bolsillo y lo mojó, lo exprimió y lo llevó a mi mejilla, me ardía un poco y me alejé del pañuelo, él me quedó mirando y me pedía con la mirada que me deje ayudar, miré al suelo y él otra vez acercó el pañuelo a mi cara pero esta vez no me alejé, ahora lo puso en mi labio inferior.

- Gracias -susurré sin verlo. Él me quitó el pañuelo.

- Está bien, tranquila -dijo, levanté la vista y él tenía una sonrisa en su rostro y mostraba sus hoyuelos de ambos cachetes.

- ¡Vamos! -exclamó Alina.

Continuamos caminando a la prisión hasta que estaba solo a unos metros, a lo lejos pude ver a Daryl, Rick, Merle, el chico asiático, que si no me equivoco se llama Glenn, y una chica de cabello corto y ondulado. Estaban mirando a todas partes y parecía que estaban peleando porque podía escucharlos gritar. Glenn logró verme y comenzó a correr hacia mí, todos lo siguieron por detrás.

- ¿Quienes son? -preguntó Alex.

- Mi grupo -dije. Rick abrió las rejas rápidamente y Glenn fue el primero en llegar donde yo estaba.

- ¿Estás bien? ¿Dónde estabas? -preguntó cansado mientras ponía una mano en mi hombro. Asentí.

- ¿¡Quien demonios eres!? -gritó Daryl enojado mientras apuntaba a Alex con su ballesta.

- ¡Hey! ¡Nosotros no hicimos nada! -gritó Alex igual de enojado.

- ¿Quienes son ustedes? -preguntó Rick apuntando a Alina.

- Basta -dije. No me escucharon.

- ¡Hey! ¡A ella no...! -gritó Alex queriendo ir donde su hermana.

- ¡No te muevas! -exclamó Daryl apuntándolo con su ballesta.

- ¡Basta! -grité.

- ¿Quienes son ustedes y porque se la llevaron? -preguntó Rick enojado.

- No eres capaz de dispararme -lo retó Alina.

- ¿A no? -Rick cargó a su pistola y le quitó el seguro.

- ¡No! -gritó Alex.

- Quieto -dijo Daryl sin quitar la ballesta de su cara.

- ¡Maldita sea ya basta! -grité harta, todos regresaron a verme- ¡Ellos me rescataron! -grité. Rick dejó de apuntar a Alina y se alejó un poco.

- Daryl -dijo Rick.

Daryl no se movía por nada del mundo, miraba amenazante a Alex y también enojado, y Alex lo miraba igual. Parecía una competencia de miradas amenazadoras.

- Daryl -dije, él quitó su ballesta de Alex, pero aún así seguían viéndose con desconfianza.

- ¿Quiénes son ustedes? -preguntó Glenn.

- Soy Alex y ella es mi hermana Alina -dijo Alex.

Vaya... osea que a ellos les dice su nombre más fácilmente mientras que a mí me habla en otro idioma...

- Me salvaron, están solos no tienen ningún grupo -dije.

- ¿Y los trajiste? -dijo Rick mirándome un poco molesto.

- Pero a ningún momento dije que podían quedarse -dije en mi defensa. Rick los miró no muy convencido.

(...)

Rick habló con ellos y supongo que podrían quedarse. Estaba en una celda mientras que un anciano me estaba curando las heridas que tenía en la cara.

- Si que te golpearon muy fuerte -dijo mientras colocaba un algodón, remojado en alcohol, en mi mejilla. No respondí y decidí quedarme callada- Me llamo Hershel -dijo, levanté la vista.

- Christina -dije seca.

- ¿Tienes familia? -preguntó, me quedé en silencio y me mordí la lengua ¿Familia? ¿Que es una familia? Nunca tuve una oportunidad para saber lo que era o lo que se sentía.

- No sé ni lo que significa "Familia" -dije. Él no dijo nada, solo me quedó viendo con un poco de tristeza.

- Yo tengo dos hijas. Maggie, la de cabello corto -me imaginé que era la chica de cabello ondulado- Y Beth, una chica rubia -inmediatamente me di cuenta de quien era, pues, el primer día que estuve aquí la vi cargando a una bebé.

- ¿Cuánto tiempo llevan aquí? -pregunté. Hershel quitó el algodón de mi mejilla y se dio vuelta.

- Como unos 3 meses -dijo, se dio vuelta otra vez y ahora me puso un trapo mojado en alcohol en la boca-. Ok... -dijo retirando el pañuelo- Las heridas se van a curar por sí solas, ahora solo quería desinfectar la herida -dijo. Me levanté.

- Gracias -dije. Él asintió con la cabeza y me retiré de ahí.

Salí de mi celda pero Daryl estaba parado fuera de ésta.

- Hey -dijo llamándome, lo miré. Miró el suelo por un momento yo ya sabía que se iba a volver a disculpar así que dije.
- Olvidalo. Está bien, no importa ahora -dije, él levantó su vista y me miró.

- ¿Quieres... mmm... ir afuera no sé... a cazar o buscar algo quizás? -dijo Daryl. Lo miré un poco sorprendida.

- Claro -dije, él asintió y se fue.

Me dirigí a mi celda, cogí mi pistola y la puse en mi cinturón también a mi cuchillo y una mochila. Salí de la prisión y me encontré con Dixon en su moto, las rejas estaban abiertas.

Y ahí estaba el hombre de la ballesta.

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Nos vemos el miércoles :)