Abrí mis ojos y pude darme cuenta que estaba en una cama, estaba cubierta con unas cobijas.
— Ya despertaste —dijo una chica de lentes mientras se acercaba a mi.
— ¿Que hago aquí? —pregunté.
— Habías llegado a Alexandria, y te desmayaste —dijo.
— Por Dios dime que no le dijiste a Rick la razón de porqué —dije en susurro.
— No lo hice... quería hablar contigo —hizo una pausa— Christina te encuentras en un estado muy grave, a estas alturas puedes tener un aborto en cualquier momento, en sí tú estás mal pero... peor aún estando embarazada —dijo.
— Comprendo lo que está pasando pero sólo te pido que no se lo digas a nadie, y peor si se trata de Rick —dije.
— ¿Porque? —preguntó ella.
— Sólo no lo hagas. Cuando él venga, o cualquier persona, y quiere preguntarte de mí... invéntate cualquier cosa, no he comido bien, no he descansado lo suficiente no sé —dije.
— Está bien... —dijo.
— Gracias —dije aliviada.
— Pero. Debes estar en completo reposo, nada de correr, nada de salir. Y sobretodo nada de enojarse. ¿Entendido? —preguntó.
— Si —respondí.
— Bien. Puedes irte, Rick está esperándote afuera —dijo mientras se iba.
— ¡Espera! —la llamé. Ella se detuvo— ¿Cuánto tiempo tengo?
— Dos y medio —respondió y se fue.
Me levanté de la cama y fui caminando hacia la puerta, en unas repisas logré ver cofres de pastillas, no sé porque pero me llamó la atención, iba a salir por la puerta pero vi una que llamó mi atención.
“Pastillas abortivas ” decía en la etiqueta. ¿Debería tomarlas? Miré detrás que ella no me viera y tomé el cofre. Las guardé inmediatamente en mi pantalón.
Abrí la puerta y me encontré con Rick.
— ¿Como estás? —preguntó.
— Bien —respondí.
— Ven. Te llevaré con Deanna, quiere hablar contigo —dijo.
— ¿Quien es Deanna? —pregunté mientras caminábamos.
— La líder de Alexandria —respondió.
En unas cuadras más adelante, Rick me dejó en la entrada de la casa.
— Ve, te esperaré afuera y te llevaré con el resto —dijo.
Abrí la puerta y entré. No había sonido alguno, todo era silencio.
— ¿Hola? —dije.
— ¡Ya viniste! —dijo alguien.
Me acerqué a la sala y pude ver a la misma mujer que nos recibió en la entrada.
— Toma asiento —dijo.
Me fui acercando y me senté en un sillón, al frente de ella. Me di cuenta que había una cámara que me grababa.
— Grabará todo mientras hablemos ¿entendido? —dijo, asentí con la cabeza— bien... Tu eres Christina ¿verdad? —dijo. Asentí — dime ¿que eras antes de todo esto? —preguntó.
— Vivía con mi hermana en un departamento... Es todo lo que puedo decir —dije tratando de no decir tanta información sobre mí.
— Está bien... ¿Cómo conociste a Rick? —preguntó.
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Mi hombre de la ballesta (Daryl Dixon)
Fiksi PenggemarChristina: Grosera, curiosa y rebelde. Daryl : Frío, cerrado y dependiente. •¿Amor? Era algo que ellos no tenían idea•