5. Familiar

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Jazmín POV

 

Ese mismo día llegué muy cansada a casa. Los pies me mataban y me dolía montones la cabeza. Abrí la puerta de mi casa. La verdad me extrañó mucho que Mandy no me esperara en la puerta. Entré a ella y cerré la puerta con llave.

— ¡Mandy!—la llamé varias veces desde el vestíbulo mientras colgaba mi abrigo en el gancho— ¡Mandy!

No recibí ninguna de respuesta, así que caminé hasta la sala pero tampoco estaba ahí. La busqué en la cocina y nada.

«Debe estar en su habitación», pensé. Así que subí las escaleras y toqué la puerta de su habitación, pero tampoco estaba.

Amanda se había ido a alguna parte y no me pidió permiso para hacerlo.

Estaba realmente preocupada.  

La llamé a su celular y ella me contestó.

—Hola mamá.

— ¿Dónde estás? —le pregunté preocupada.

—Estoy en casa de Darcy, no te preocupes—me dijo tranquilamente.

—Pero ya es muy tarde. Acabo de venir del trabajo.

—Pues eso ya lo sé—dijo ella seria, como si estuviera harta de estar sola en casa mucho tiempo.

Se escuchaba de fondo una canción que pude reconocer. «Last First Kiss», recordé delirando y mi corazón se aceleró demasiado.

—Aaah—traté de articular la pregunta— ¿La casa de Darcy queda muy lejos?

—No, no tanto—se limitó a decir. Empezaba a sospechar que sí estaba muy lejos.

Extrañamente escuché al fondo en el ambiente donde se encontraba mi hija la risa de un hombre, pero una risa que me resultaba familiar, tanto que un escalofrío sacudió mi cuerpo.

— ¡Mamá!—mi hija me hablaba por el teléfono.

— ¿Sí?

—El papá de Darcy se ofreció en llevarme.

—Pero…

—No te preocupes—me interrumpió—. Llego pronto—me colgó.

Me quedé inmóvil.

«Esa risa», repetí en mi mente varias veces. «Esa risa»,

Meneé la cabeza un par de veces negándome ese recuerdo.

Al cabo de unos treinta minutos, escuché un timbrazo en la puerta principal, que debía de ser mi hija, así que fui con las llaves a abrirle.

—Hola mamá—ella me abrazó apenas entró. Yo cerré la puerta a sus espaldas.

—Me tuviste preocupada— dije mientras escuchaba un auto afuera arrancando.

—No debiste—dijo meneando la cabeza.

—No me dijiste nada que ibas a la casa de Darcy.

—Lo siento, mami—me dio otro abrazo—. Ya sabes que me aburro aquí sola, además fue inesperado.

—Ella solo me invitó, te llamé varias veces pero no contestabas—dijo aún estando en mis brazos.

—Está bien—dije aceptándolo—. Últimamente ando tan loca, que ya ni un segundo te dedico—me solté de mi hija y derramé una lágrima de un ojo.

— ¡Ay mamá! —volvió a abrazarme fuertemente—. Te comprendo y siento que deberías de darte un descanso.

— ¡Jamás!—dije alterada—. Estoy en plena reorganización, no podría.

—Pero, prométeme que apenas termines esa desgraciada reorganización a tomar vacaciones.

Pensé un momento lo que ella me estaba haciendo prometer y no quería defraudarla en caso de que no pudiera hacerlo.

—Está bien—dije aún pensativa.

—Ok—dijo ella asintiendo dudando pero aún así sonriendo—. ¿Ya cenaste?

—Pues no, la preocupación no me permitió hacer nada de cenar.

Mandy solamente asintió.

—El papá de Darcy pensó en que tal vez te gustaría comer de Nando’s, porque pasó por el auto servicio y me regaló estas dos hamburguesas de pollo—dijo Mandy enseñándome una bolsa de papel con el logo de Nando’s.

— ¿Y se las agradeciste? —le pregunté tomando la bolsa con ansiedad.

—Claro, aunque me pareció embarazoso.

— ¿Porqué?

—Porque él nos regaló comida.

—Ahhh—dije y después reí.

Fuimos a la cocina para sacar unos platos, Amanda puso las hamburguesas en el microondas para calentarlas, para luego ayudarme a poner los vasos.

Nos sentamos a la mesa y empezamos a comer las hamburguesas una vez sacadas del microondas.

Estaban deliciosas como siempre.

—Dile al padre de Darcy que estuvieron deliciosas y que gracias—le dije a Amanda.

—Se lo diré.

—Mmm—saboreé la hamburguesa mientras me la comía con todo el hambre del mundo—. Me imagino que el señor es buena persona.

—Es más que eso—dijo mi hija muy emocionada, por lo mismo hice cara de confusión—. Bueno, es un señor muy agradable y atento—sonreí ante su comentario—. Siempre está pendiente de Darcy. 

—Mmm—dije pensativa—. Qué bueno que sea así y que te agradó.

—Sí—dijo mi hija sonriente.

Al terminar de cenar, Amanda y yo lavamos los platos y con un beso me despedí de ella para irme a dormir.

Estaba más que cansada, pero no podía pegar el ojo.

Mientras tanto recordaba mi momento más preciado en mi vida.

— ¿Sabes algo princesa? —recordé la hermosa voz de mi único amor mientras me miraba a los ojos con sus fulminantes ojos azules. 

—Pues no, dime—dije entre risas.

—Te amo y eres la única chica que voy a amar por el resto de mi vida—dijo mientras tomaba mi mentón.

Reí tontamente.

—Sonará estúpido, pero tú también serás el chico que amaré por toda mi vida.

—Así que nuestro primer beso, será el último que dimos—no sonó a pregunta, fue una afirmación.

—Así lo creo.

—Así es—dijo él sonriente mientras se acercaba a mis labios para besarme.

Tu RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora