15. Regresar a casa

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— ¿Cómo que ayer lo viste?—me preguntó mamá mirándome con el ceño fruncido.

—Sí, ayer—confirmé con voz solloza.

— ¿Cómo? ¿En dónde?

Mamá estaba exaltada.

—Ayer—suspiré, sabiendo que estaba reiterando todo—. En mi casa, en Londres.

— ¿Fue hasta tu casa porque se enteró de que…?

Meneé la cabeza.

—No—suspiré de nuevo. Pasé el dorso de mi mano por el rastro de lágrimas que se había formado por las muchas lágrimas que habían bajado en secuencia por mis mejillas—. Como ya te había dicho, Niall es el padre de Darcy. La mejor amiga de Amanda.

— ¿El muy cabrón tiene una hija?—preguntó mamá con voz sonando un poco irritada por ello.

—Sí—contesté levemente—. Es idéntica a él, es muy parecida a Amanda.

— ¿Así que Amanda tiene una media hermana y es su mejor amiga sin saberlo?

Asentí.

— ¿Te drogas?—me preguntó mamá de pronto. Me sorprendí por su reacción.

— ¡Obvio que no mamá!—dije en voz alta sorprendida aún por lo que mamá me dijo.

— ¡Es que no te lo creo!—dijo ella con una risilla que de inmediato la borró y cambió a un aspecto serio.

— ¡Sí, es poco creíble! Hasta para mí—miré mis dedos y jugué por unos segundos con ellos.

— ¿El muy sin vergüenza estuvo embarazando jovencitas…?

Meneé la cabeza.

—Según Darcy, su madre murió de…—hice una pausa pensativa— Algo terminal y…—mamá enarcó una ceja—, él se hizo cargo de ella.

— ¿Entonces sí embarazó jovencitas nada más?

—Supuestamente se casaron—dije aunque la verdad no estaba muy segura de ello.

—Ósea que es viudo—mamá insistió. Y yo asentí.

—Ajá—dije solamente.

—Bueno, no fue tan malo después de todo.

—Pero él trató de hacer su vida—hablé de nuevo—, cosa que yo no hice.

— ¡Sí lo hiciste! —Afirmó mamá encarándome—. El sólo hecho de que lucharas cada día para estudiar, el seguir adelante construyéndote una vida estable, donde tienes tu propia casa, un trabajo bien remunerado. Jazmín, hiciste mucho más que el mismo Niall.

La miré a los ojos y asentí.

Mamá tenía razón.

Había logrado hacer mucho con mi vida.

Pero todas ellas habían sido asuntos de bienestar, diría yo, materialistas.

Siempre fui de las que podía lograr las cosas, algunas no eran tan sencillas, otras sí. Pero siempre después de haber realizado un sobre esfuerzo para obtener algo, venían muchos más otros beneficios.

Mi lema siempre fue:

«No seas ambiciosa pero trabaja como los ambiciosos»

Es algo difícil de entender, pero la traducción de eso significa: ser ambiciosa es lograr las cosas a cuesta de todo,  sin importar los medios para poder lograrlo; pueden ser cosas incorrectas o ilegales, pero trabaja como uno, es decir, sé perseverante y esfuérzate para lograr tus metas sin recurrir a lo corrupto.

Tu RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora