9. Ver una vieja película

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Busqué entre el montón de estuches, la película de This Is Us, al tenerla en mis manos, se la pasé a Mandy.

Ella me volvió a ver y frunció el ceño.

— ¿Por qué lloras?—me preguntó.

—Recuerdos—dije, podía sentir mis ojos acuosos apunto de estallar—. Son muchos recuerdos.

—Ah—dijo solamente—. Si la película te hace sentir mal, no la pongo—dijo ella.

—No, ponla—insistí—. Ya te dije, son muchos recuerdos, pero son recuerdos bellos.

Ella sonrió.

—Está bien—dijo ella sacando el DVD de su estuche e insertándoselo al aparato.

En ese momento llamaron a la puerta, debía de ser el repartidor de la pizza. Me puse de pie con mi billetera en mano y fui a abrir la puerta.

Me encontré con un chico de quizás unos veinticinco años de edad. Tenía el cabello corto y negro, ojos azules. Era atractivo, a pesar de su vestimenta de repartidor.

—Buenas noches—saludó el chico.

—Buenas noches.

— ¿Jazmín Pineda?

—Sí, esa misma soy—sonreí.

—Firme aquí—me dijo mientras me pasaba una libreta de firmas. El chico me dio un lapicero y firmé—. Serían quince euros con treinta—me dijo, empecé a buscar en mi billetera el dinero, una vez contado, se lo di. El chico se devolvió a su moto y sacó la pizza del compartimiento y me la dio—. Que la disfrute.

—Gracias—dije sosteniendo la pizza.

—Con gusto, hermosa—me dijo y no pude evitar sonrojarme de nuevo. Creí que Amanda me daba halagos porque era su madre, pero me he dado cuenta de que no.

Entré de nuevo a la casa, cerrando la puerta detrás de mí y deposité la pizza en la mesita de noche junto con los refrescos.

La pizza había llegado caliente, así que no hizo falta calentarla en el microondas.

La película comenzó. Yo jamás creí que después de tanto tiempo aún estos chicos me sacaran las lágrimas. 

Estuvimos viendo la película, alrededor de veinte minutos desde su inicio, cuando Mandy comentó.

—El chico rubio es lindo.

Casi me atraganto con la pizza. Traté de hacer pasar lo que comí por mi garganta con mucha dificultad.

—Sí, siempre fue bello—dije, pero por dentro de mí pensaba muchas cosas más.

— ¿Para ti mamá, cuál fue el más bello?—me preguntó Mandy.

—Todos.

—Pero debió haber uno…

—Todos—volví a contestar—. Creo que tu debilidad es Nialler—dije riendo y haciéndole cara pícara. En mis adentros me reventaba las entrañas, si ella supiera…

— ¿Nialler, cuál es? —preguntó ella.

— ¿No viste el principio donde cantan Up All Night? —dije—. Niall es el de la guitarra eléctrica. El rubio teñido.

— ¿Es teñido?—preguntó Mandy de nuevo con el ceño fruncido—. Creí que era rubio natural—dijo ella de nuevo ceñuda.

—Fue rubio, de bebé—dije de nuevo—. Como Theo, ahora deben ser los dos castaños.

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