Esquivando el primer golpe tome su muñeca con fuerza inmovilizándolo.
—Si fuera un caminante ya te abría mordido—digo soltando su muñeca bruscamente —y peor si fuera un humano ya te hubiera atravesado una bala entre tus cejas.
—Joder hembra que eres fuerte con ese mini cuerpo que tienes.
Comenzó a sobarse la muñeca con muecas de dolor. —Eres demasiado delicado para ser un hombre —añado cruzándome de brazos.
—Tu eres demasiado fuerte para ser mujer, machorra —responde tirando su machete al suelo —¿Por qué hacemos esto? Prefiero irme a soportar que me enseñen a matar.
—¿Te estás escuchando? —pregunto con ironía caminando lentamente hacia él. —¿Quieres morir a manos de un caminante o un humano?
—¿Y perder mi humanidad en el camino? —ataca bruscamente a la vez que niega con la cabeza —No quiero eso para mí.
—¿A eso le tienes miedo? ¿Perder tu humanidad? Por favor Rubén los que hemos llegado hasta aquí no tenemos las manos limpias, ya no.
—Si a eso le tengo miedo —confiesa encogiéndose de hombros mientras que asiente dando un paso enfrente —Le tengo miedo a quedarme solo, todo se derrumbó enfrente de mis ojos en menos de un segundo ¿Cómo crees que me siento ante eso? Y que después lleguen un par de extraños a salvarme con el precio de que deba enfretarme por mi propia cuenta a esas cosas tanto vivos como muertos no es muy lindo que digamos.
—Nosotros no te obligamos a venir eso lo decidiste tú.
—¡Vine porque creí que podía pertenecer a una familia! A no estar más tiempo solo, por eso vine sin saber con qué clase de personas me estaba metiendo —en tono más bajo se deja caer al suelo — solamente quiero volver al pasado.
Apreté los labios caminando hacia el para después flexionar mis rodillas para colocarme a su estatura.
—Rubén ahora la vida es así; Matas o mueres...—pause un segundo al notar como sus ojos que se mantenían rojos —O mueres y matas.
Antes de que Rubén pudiera contestar los pasos bruscos de alguien nos hacen voltear hacia esa dirección; Daryl se acercaba a nosotros con zancadas grandes seguido por Carol.
—¿Cuándo volveremos por mi motocicleta?—pregunta el arquero con rostro de poco amigos.
—Daryl, debo seguir curando le herida eso a dicho Hershell —advierte Carol llegando atrás de él. —Hola Agnes y nuevo.
—Se llama Rubén —me apresuro a decir dándole una sonrisa a la mujer canosa—Señora Peletier ¿podría llevarse lejos a Daryl?
—Por supuesto.
Carol dándome una amplia sonrisa tomo a Daryl arrastrándolo lejos de nosotros.
—¿Cómo llegaste con ellos? —pregunta Rubén captando mi atención una vez más.
—Corría lejos de un caminante, llevaba ya varios días sin comer y mucho menos sin dormir. El bosque cada vez a mis ojos se volvía más denso. —dije sentándome a un lado de él—Una luz alumbró mi vista haciendo que me concentrará en ella; al poco rato me encontré con dos hombres. Daryl Dixon y su hermano, Merle.
—¿Dónde está él?
—Posiblemente muerto, nos cruzamos con un grupo a las afueras de Atlanta. Merle, Andrea, T-Dog, Morales y Glenn fueron a la ciudad a buscar provisiones pero en su trayecto se encontraron a Rick, hubo un disturbio lo cual provocó que Grimes dejara atado al hermano de Daryl. Regresaron pero sólo encontraron su mano derecha. Desde ahí me mantuve cerca del arquero...
—¿Dejaste de confiar por eso?
—No, la confianza se va perdiendo al paso del tiempo. Perdimos gente que no merecía morir, la confianza se pierde en cierto tiempo Rubén.
—¿Podrás confiar en mí?
Guardé silencio, pensando. Solo unas pocas horas de conocerlo y espera a que confíe en el... Será idiota.
—No, aún no.
Rubén asiente afligido por mi respuesta, sin más me levante sacudiendo mi pantalón.
—Sigamos con el entrenamiento, Lori necesita este lugar seguro y se lo daremos. ¿De acuerdo? —indique haciendo que Rubén se levantara de su lugar —Después de eso te puedes ir sin que nadie te lo impida.
—Esta bien, hagámoslo.
