Hola Agnes, sé que aveces piensas que soy un idiota pero odio que me estés ignorando todo el tiempo. Perdóneme ¿quieres? Sé que no debí a ver ido a esa misión, pero, joder, odio que arriesgues tu vida a cada segundo.Cada vez que te encierras en la habitación y comienzas a llorar, gritó lo más que puedo pero no me escuchas. ¿Enserio estás tan molesta conmigo?
Te amo mucho, espero que no me sigas ignorando, hoy te seguí por el bosque y como siempre me ignoraste. ¿Dejaste de amarme?
—¿Qué estás haciendo? ¡Suelta esa arma! —trato de gritar lo más que puedo pero no la bajas, en cambio quitas el seguro. Las lágrimas machar tus mejillas lo cual provoca que te veas de una manera más débil.
¿Desde cuándo estás más delgada?
—¡Cariño baja eso! —suplique acercándome a ti, sin embargo solo respondiste un;
— Nos vemos pronto.