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De un momento a otro todo fue demasiado confuso, Denis junto con Aarón y un hombre de tez morena se adentraron al lugar para cerrar las puertas de golpe, Pearce levantándose del lugar donde había permanecido todo este tiempo, se acercó para compartir un par de palabras que a mis oídos no llegaron.




—Agnes —me llama Aiden colocando su mano en mi espalda a la par que le da una leve caricia, relajándome— Tienes que ver esto.



Asintiendo ante su petición, ambos caminamos hacia una de las ventanas mientras que Aarón cerraba todas las cortinas; miles de caminantes se encontraban entrando a Alexandria, devorando a algunas personas mientras que otras personas lograban encerrarse en sus casas.



—Esto es una puta pesadilla ¿cierto? —pregunta Aarón colocándose a mi lado derecho, tragué saliva ante la imagen que estaba enfrente mío— Dios definitivamente nos está cogiendo odio.

—No sé si ustedes están pesando lo mismo que yo—interrumpe el moreno— pero tarde o temprano tendremos que salir corriendo de aquí.


— ¿Estás de joda? —interviene Aiden— estarán bloqueando la única salida que tenemos a nuestro alcance, si tienes unas alas me gustaría verlas ahora mismo.




Ignorando el debate que los tres hombres tenían, girando sobre mi propio eje, comencé a caminar nuevamente hacia Rubén. Sentándome nuevamente en aquella silla, tome su mano para después depositarle un leve beso en sus nudillos.




—Despierta —rogué.

Desnutrida —me llama una vez mas Aiden— No quiero que me lo tomes a mal, pero tarde o temprano tenemos que salir corriendo de este lugar. Es cuestión de tiempo que los caminantes se den cuentan de nuestra presencia.

— Tranquilo, Ruben estará despierto para ese momento. Solo déjame sola con el.


Pearce dudoso asiente para después alejarse del mismo modo, viendo directamente a las pestañas de Ruben, sonreí inconscientemente: —Quizá sea la persona mas distraída del mundo -acaricie suavemente su mejilla —pero he memorizado cada una de tus pestañas, ¿Sabes qué me jode? No saber en que momento termine enamorada de ti, si fue la primera vez que corrías como un niño asustado por aquel edificio o cuando estuve a tu cuidado en la prisión. Solo paso. De un día a otro me ponía tan nerviosa como feliz cuando te veía. De un día a otro daba un brinco y gritito cuando veía que me mirabas de esa manera en que solamente tu lo haces. De un día a otro me daba celos cuando le hablabas y sonreías a Beth, Porque de alguna forma sentía que eras mio y solo mio.



Retire con mi mano libre las lagrimas que salían sin parar, mis labios temblaron cuando trate de decirme a misma que tenia que dejar de llorar, ya que los presentes me observaban con lastima.


—A la mierda todo esto —solté con rabia —a la mierda el conformismo todos me dicen que debo estar feliz porque viví cosas que con ninguna persona viviré, sin embargo, me niego a esto, yo no quiero conformarme a que seas un recuerdo, quiero seguir siendo una u otra forma tu amor imposible, tu dolor no correspondido, tu musa,  a quien maldigas tu insomnio. Quiero que tu seas esa forma de amor con rabia que solo da el odio. Te quiero conmigo Doblas, necesito que despiertes para poder salir corriendo de aquí.






—Creo que podemos esperar un poco mas —susurra Pearce alce mi mirada notando que este caminaba hasta a mi para sentarse enfrente mio, del otro lado de la camilla— Entiendo el como te sientas así, pero hay cosas que no podemos evitar, así es la vida Agnes. Llega alguien y le da por cambiar tu vida, por hacerla un poco menos complicada. Poco a poco, día a día,  sonriendo y confiando en que lo mejor esta por venir: Raro, especial, de ese tipo de personas por las que vale la pena luchar, y si hubieras tenido la oportunidad de elegir un final para él —señala con la mirada a Ruben— hubiese sido uno como este, por que tanto el como tu se han enseñado que la vida no es pasar las hojas del calendario, si no entender que cada hoja de ese calendario es única e irrepetible.


—No quiero perderle —confesé entre palabras de dolor— No quiero que esos días vuelvan, quiero que él se quede conmigo. No me quiero conformar con los recuerdos, ¡Lo quiero aquí conmigo! —notando como el moreno le susurraba algo a Denis, apreté los labios—¿La gente susurra sobre ti como a mi me pasa?



Aiden desviando la mirada, se levanto de su lugar para darme la espalda: —Eres una gran amiga Agnes, eres mi familiaconfiesa—Y si para salvarte necesito sacarte cargando o dejarte inconsciente lo haré.


Sin decir otra cosa comenzó a caminar nuevamente hacia la ventana para observar lo que nos estaba rodeando, Denis con una sonrisa ocupo el asiento que había dejado libre Pearce. Esta me extiende un pequeño emparedado, tomándolo tímidamente, otorgue la primera mordida. Con una sonrisa le agradecí a la par que limpiaba con cuidado mi boca



—Se ve que Ruben es buena persona, despertara pronto, ya lo veras y todos podremos salir de aquí, ¿Como es él?—pregunta después de varios minutos.



—Es un completo idiota,  pero a pesar de ser así, es la persona más tierna del mundo. Y yo muero por él.



Denis divertida asiente con una sonrisa, Aaron acercándose hacia nosotros se sienta a lado de la rubia para darme una sonrisa —Erick también es así, cuando trata de ser romántico todo termina tan mal que se hecha a llorar, pero a mi me encanta cuando trata de cocinar aunque sepa de la mierda. Pero lo amo —comenta con una sonrisa el rizado.



—A mi no me han visto ser romántico—interrumpe el moreno, sentándose al otro lado de Denis— una vez por mi novia Rose, salí de expedición para conseguirle una barra de chocolate.


—¿Y tu Pearce? —pregunta Denis echando su cabeza hacia atrás.


Aiden girándose sobre sus propios talones camino hacia mi dirección para poder sentarse a mi lado.

—Me hice unos cuantos tatuajes porque a Clara le gustaban, a parte de que era tatuadora. Tuve que sufrir mas de dos horas por el tatuaje que ella quería; eso ella lo llamaba "ser romántico"—dio una sonrisa de lado— soportar el dolor para ver feliz a alguien, lo definía como amor verdadero.





—Nos quedaremos hasta que el rubio despierte, tenlo por seguro —afirma el moreno dándome una sonrisa a la par que todos asienten.






Así era Ruben, tenia el poder de cambiar a las personas, incluso inconsciente.

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