16.

1.1K 107 30
                                    




Me recargue en el marco de la celda viendo fijamente como el pecho de Rubén subía y bajaba, su boca estaba entreabierta a la vez que un hilo de baba bajaba lentamente sus labios.

Es un desastre.

Sin borrar mi sonrisa gire sobre mis propios talones observando cómo desde las escaleras me observaba una sonrisa burlona.


—¿Me dirás marica ahorita o más tarde? —pregunte a lo cual soltó una carcajada inmensa.

—Hoy no, princesa —responde el mayor de los Dixon a la par que comienza a bajar lentamente las escaleras. —Al parecer me perdí de mucho, antes, estabas con ese policía de cuarta ¿Shane?

—No te equivocas —respondo cruzándome de brazos, recargo mi espalda en la pared para obtener algo más cómodo— pero creo que los rumores corren rápido y sabes lo que sucedió.

—Si, y créeme que tuvo suerte al que no volviera por qué si no le hubiera partido la cara para después lanzarlo a los mordedores.

—Te lo hubiera agradecido.

El silencio inundó el lugar, Merle que se sentó en el último escalón soltó un suspiro pesado. Giró su cabeza hacia mi.

— Mírate nada más pequeña Agnes, ya no eras esa cría indefensa que corría por el bosque en busca de ayuda. Ahora mírate —comenta con una gran sonrisa— eres una sobreviviente.

—Tuve suerte de chocar con los hermanos más idiotas del mundo, demasiada, diría yo —dije con aire de melancolía, le di una sonrisa.— Ha pasado demasiado tiempo.

— Tres años preciosa.



El aire de melancolía crecía cada vez más en nuestro entorno, sacando un cigarrillo de mi bolso, lo encendí, dándole calas largas.



~•••~


Negué con la cabeza a la par que Rubén me miraba con el ceño fruncido.

—No me agrada la idea —aclare cruzándome de brazos.

—Vamos, prometo que ambos nos divertiremos—insiste, ahora, colocándose de rodillas —Solo por hoy ¿si?

—Esta bien —dije finalmente logrando que Rubén soltara un chillido de felicidad a la par que se levantaba y tiraba de mi muñeca.


—De ahí viene el ruido —señala con entusiasmo una cabaña a lo lejos, un poco dudosa alce el rifle y lo recargue en la reja. — ¿Lo puedes ver?

—No ¿Estás seguro que quieres hacer esto?

—Si —afirma a la par que abre de golpe la reja -—solamente trata que esas cosas no me alcancen ¿si?


Asentí en respuesta, sin embargo él no se movió. Ahí estaba viéndome con una gran sonrisa.

—¿Sucede algo? —pregunte colocándome recta.

—¡Nuestro primer trabajo de novios! —exclama emocionado provocando una risa de parte mía, negué con la cabeza divertida, es un idiota— ¿Lo ves? ¡Hacemos buen equipo!

—Podemos hablar de esto después, ahora ve—indique. Rubén sin borrar su sonrisa comenzó a correr esquivando a los caminantes.

Solté un suspiro, relajándome, para después jalar repetitivamente el gatillo a los caminantes que se acercaban al rubio. Con éxito llego hasta la cabaña para después entrar en está desapareciendo de mi vista.

Los minutos pasaron, un poco preocupada quite mi vista de la mirilla. —¡Rubén! —grite a todo pulmón sintiendo la desesperación a flor de piel, dispuesta a salir de la reja, este salió con algo entre sus brazos corriendo con una sonrisa hacia mi.

Abriendo la reja, este llego con la respiración agitada. Y con su propia sudadero cubría algo en sus brazos, frunciendo mi ceño, cerré la reja nuevamente a la vez que colocaba el candado.

Antes de poder preguntarle lo que estaba ocurriendo, quito ella sudadero de golpe mostrando... un... ¿Perro?


—Yo no le veo cara de un juego de mesa —digo acomodando el francotirador en mi hombro.

—Es más genial que eso, es un perrito —dice con ternura viendo fijamente al animal— ¿Puedo quedármelo?

—¿Qué comerá? Debemos conseguir algo para que coma.


El cachorro como si supiera de lo que estaba hablando comenzó a mover la cola con gracia, a la vez que sacaba su lengua. ¿cómo negarme a esa preciosura?

—Veré que podemos darle, mientras ve a darle un poco de agua a la bebe —indique dándole una caricia al animal.

—¿Cómo lo llamaremos?


El pequeño perro salta de los brazos de Rubén para poder comenzar a correr por el patio. Con una sonrisa seguí con la vista al pequeño perro.

—No lo sé —susurre cruzándome de brazos.

—¡Ya se! —grita con emoción a la par que entrelaza su mano con la mía —será nuestro pequeño hijo, se llamara Raspberry.

—¿Hijo?

—Pues si boba —responde con tono irónico—, quiero que esto funcione, si lo sé, solo llevamos dos semanas ¿y? Si te quisiera solo para un momento te lo hubiera dicho, pero quiero que esto dure, que sea serio. Y lo del nombre tenía un gato que se llame así...


Sin poder responder ante lo anterior dicho, sonreí, esto diferente, él era sincero con sus intensiones. Y me encantaba que fuera así... Sus palabras me ponían a volar.


Y me enamoro como cualquier hombre enamoraría a una mujer inteligente... Como una idiota.

—Entonces, así se llamara —dije encogiéndome de hombros.


Antes de que Rubén pudiera contestarme, el llamado de nuestro líder nos alertó provocando que Raspberry corriera con sus orejas hacia atrás con miedo. Rubén tratando de aliviar los chillidos del animal lo cargo en brazos para poder caminar al pequeño círculo que se había creado.


—Hace un par de horas mande a Merle que se llevará a Michonne, porque el gobernador así lo quería, la quería a ella para dejarnos en paz —explica Rick provocando que todos, agacharan la mirada— trate de evitarlo, sin embargo, él ya se había marchado junto con ella. Esto es vida y muerte —dice en voz alta —Como viven, como mueren, no depende de mí. Yo no soy su gobernador, elegimos irnos, elegimos quedarnos, y pelear o podemos irnos. Si ustedes quieren irse de este lugar y dárselo a él, tomaremos la decisión en grupo.


—Yo quiero pelear, derramamos sangre por ella—comenta Beth— perdimos a varios.

—Los que estén de acuerdo con Beth que den un paso adelante.



Todos dimos un paso adelante, provocando que a Rick se le dibujara una sonrisa, que fue borrada a los segundos, el ojiazul salió disparado hacia una de las rejas donde a la distancia se veía a la morena matar a varios caminantes. El líder fue seguido del cazador.

—¿Lucharemos? —pregunta Rubén entrelazando su mano con la mía.

—Juntos —afirme.

汽油Donde viven las historias. Descúbrelo ahora