One shot: Kate & Harry

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Katherine miraba alegremente su alianza, y recordó el momento en que Harry y ella sellaron sus vidas con unos simples pero significativos votos. Él era y es el amor de su vida, y eso, jamás va a cambiar.

Recordaba día a día lo que pasaron juntos y que finalmente lograron cerrarle el hocico a las personas que dirían que Harry en cualquier momento la iba a dejar embarazada y saldría huyendo como un cobarde, eso era lo que decían Amy, Felicity, Ryan y otras personas odiaban verlos felices.

Pero era la maldita envidia que los carcomía por dentro.

Sin embargo, cuando Kate anunció que estaba esperando un bebé, Harry lloró abrazándola, diciéndole lo agradecido que estaba, y sobre todo, lo feliz que se sentía por aquella noticia. Fue la bendición más grande que les pudo pasar a ambos. Un bebé que llegó para unir fuerzas, lográndolo hasta la fecha.

Ahora, ambos, adultos trabajadores, se dedicaban a su familia, y al trabajo. Para Harry no había nada más importante que su esposa y su hija. Sí, fue una hermosa niña tan parecida a su madre. Louis lo burlaba seguido diciéndole que esa niña no era de él, era de Kate.

Oh, Louis. Él y Jess no podían tener bebés, pero adoptaron un hermoso niño y los tres eran felices. Fue difícil pero al final no todo está perdido, siempre hay una solución para cada cosa.

—¿Amor? —la voz de su marido la sobresaltó. Él hombre la abrazó por la espalda, olfateando su cuello —. ¿Cómo estuvo tu día?

—Agotador, Sky estuvo inquieta —dijo riendo. La niña de tres años, siempre corría por toda la casa siendo perseguida por su madre en cuanto ella llegaba del trabajo después de ir a buscarla a casa de Anne —. Se quedó dormida en el suelo, Harry, ¿puedes creerlo? Tu madre me dijo que recortó el mantel de la mesa.

—Eso lo hacía Gemma, mamá nos contaba nuestras cosas que hicimos de bebé. Vaya, creo que Sky será como su tía. Al menos se comporta como una Styles —bromeó mientras la giraba para mirarla —. Me encanta esa niña, Kate. Es igual a ti. Espero que nuestro próximo hijo o hija salga como yo.

La mano de Harry cubrió el abultado vientre de Katherine, su segundo bebé estaba en camino. Ellos acordaron que solamente tendrían este y ella iba a operarse, al rizado le costó mucho trabajo ceder pero ella, con su cara risueña, lo convenció.

—No puedo creer que estemos aquí, Kate —murmuró Harry —. Siendo tan felices después de todo lo que pasó, ahora llevas a mi hijo en tu vientre, dándole vida, amor. Gracias por esas maravillas que ustedes las mujeres crean —depositó un beso en su frente.

—Sky debe estar esperándote —le dijo la muchacha dándole un beso en los labios a su guapísimo marido. Styles estaba más musculoso, y más alto.

Ambos, tomados de la mano, entraron en la habitación de su hija.

Sky estaba acostada, más no dormida. La niña esperaba cada noche que su padre entrara a cantarle cualquier canción, y que le diera las buenas noches, de igual manera, no se dormía sin recibir un beso de su madre y tocar su vientre.

—¿Amor? —dijo el rizado acercándose con cuidado a la cama de la niña. Toda su habitación eran de tonos rojos y blancos, algo diferente a lo que todas las niñas quieren, es decir; rosa o violeta.

La castaña se removió entre su edredón de la Harley Quinn. Parándose encima de la cama, se lanzó a los brazos abiertos de su papá. Amaba tanto a su hija, Kate los miraba enternecida, mientras que Harry la apretaba a su pecho.

—¿Me estabas esperando, eh? —dijo juguetón.

—Claro —le sonrió.

—Bien, ¿qué quieres hoy?

—Un ablazo de los dos —pidió la pequeña.

Katherine, sin pensarlo, se unió a ellos. Cerró sus ojos y pensó que todo lo que siempre había querido con Harry estaba sucediendo, muy pocas veces esto funciona. La clave era que ambos mantenían una buena comunicación, y claro, ha habido discusiones fuertes, pero terminaban en la cama y es así como en solo un bonito descuido, el segundo bebé apareció.

Harry, como era de esperarse, se puso contento y enseguida se lo dijo a su madre y a su hermana recién casada.

Cuando Anne se enteró que iba a ser abuela por primera vez, lloró muchísimo y no soltó a Kate durante unos seis minutos. Estaba más que contenta con la noticia de la llegada del primer bebé de uno de sus hijos, ella aseguraba que iba a ser Gemma la primera en convertirla en abuela, pero vaya sorpresa que se llevó.

La madre de Katherine quiso una reconciliación con su hija, pero ella no cedió. En cambio con su padre era otra situación, siempre le enviaba fotos de Sky hasta USA, su hermana siempre estaba en contacto por su pequeña y traviesa sobrina.

—Buenas noches, amor —dijo Harry besando la frente de su hija, Kate besó su mejilla y ambos salieron.

—¿Harry?

—¿Sí?

—Te amo. Yo realmente soy una cursi, y siempre te lo digo pero gracias por todo lo que me has dado. Gracias por amarme desde siempre.

—Oye, ven aquí —dijo estrechándola en sus brazos al ver que su mujer estaba por llorar. El embarazo la ponía sensible —. Kate, yo soy el que está agradecido porque te fijaste en mí. Te enamoraste de tu amigo, y yo aprendí a amar contigo, cielo. Necesito que sepas que nunca voy a dejar de amarte, siempre dime lo que te molesta de mí y estaremos bien, vamos a hacer que esto siga funcionando. Me encanta verte con esa pancita, te ves adorable —dijo mirándola a los ojos y acariciando el vientre de seis meses de su mujer.

Tan pronto como él la mira profundamente a los ojos, Kate lo besa enredando sus brazos en el cuello de su marido. Lo amaba tanto que haría lo que sea para verlo sonreír con aquella sonrisa encantadora quema bragas tan reconocida en él.

Lo había defendido de muchas zorras que se le arrimaban a su marido, pero claro, él estaba más que enamorado de su chica y claro que no iba a perder todo lo que quiso solo por una calentura. Además, su esposa y él siempre hacían el amor así que Harry tenía absolutamente todo.

Las manos de Harry recorrieron la espalda de su mujer, sintiendo su piel, parte por parte. El muchacho se sabía de pies a cabezas el cuerpo de Kate, él sabía perfectamente dónde y cuándo tocarla para que ella cediera.

Harry estaba tan orgulloso de sí mismo, él había sido el primer hombre en la vida de Kate, y, aunque otro le haya quitado la sonrisa a su chica por un tiempo, él iba a hacer el último hasta el final de sus días.

Porque sí de algo ambos estaban seguros, era que iban a durar muchísimo, inclusive, estaban seguros de llegar a viejos y ver los hijos de sus hijos jugar con ellos.

Cuando se ama de verdad, eso debe ser demostrado día a día, sin falta. No solo es una etapa de enamoramiento, es entregar cuerpo y alma a la persona que quieras que forme parte de tu vida.

No cualquier persona iba a obtener lo que Kate tanto cuidaba, su virginidad. Y vaya que no se había equivocado. En el amor siempre debe de haber apoyo, respeto y sinceridad, es así como el matrimonio de Katherine y Harry funcionaba tan bien.

Habían luchado con uñas y dientes en su adolescencia, y seguían haciéndolo desde entonces.

Finalmente, Harry la estrechó contra él, acariciando sus brazos y diciéndole lo mucho que la amaba, lo mucho que le gustaba y lo mucho que le encantaba verla embarazada. Ese era Harry, quién había aprendido a amar a lado de la chica que siempre había querido tener para él.

Y lo logró.

Lo lograron.



*

He anexado este One Shot, esto es escrito por mí así que tómenlo como un regalo de agradecimiento por leer la historia de Leslie ♥ Besos, abrazos y no duden en pasarse por ALTER EGO.

Les quiere, Isa.

Aprendiendo a amar; hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora