20: Reunión

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Dos largos meses sobreviviendo con el dolor y la soledad acompañándolo. Harry aún no creía que el tiempo había volado y él seguía de pie. Pese a haber seguido adelante, en su mente no había día en que Kate no rondara su mente.

En la Universidad a veces perdía la concentración solo por pensar en ella, aunque pese a eso, sus notas eran altísimas. Y se debía más a que lo único que hacía era estudiar y de vez en cuando salir con los chicos.

Así que ya con dos meses dentro de la Universidad, y con sus brillantes calificaciones, había recibido una curiosa y tentadora oferta del director.

—Señor Styles, el director lo solicita en su oficina –había dicho su maestro. El rizado sintió su corazón acelerarse ¿Había hecho algo malo?

Asintió y caminó rápidamente, pero con pasos inseguros hasta la oficina del director. Tocó la puerta, y se escuchó la voz grave del pequeño hombre con un: Pase por favor.

Entró a la oficina. Era grande, con las paredes pintadas de blanco, lo que la hacían aún más espaciosa. Un gran ventanal estaba justo detrás de la silla y el escritorio donde se encontraba el hombre.

Al costado derecho, una librería llena archivos y algunos libros o tal vez enciclopedias que apostaba que el director no los leía. Al otro lado, casilleros pequeños, probablemente llenos de más archivos. Algunas plantas verdes adornando las esquinas.

El director le sonreía, era un hombre de mediana edad, con principio de calvicie. Tenía unos grandes ojos verdes, delante de los cuales, tenía puestos lentes de forma rectangular, que le hacían ver algo más intelectual. Su sonrisa era amable, y su tono de voz grave, también parecía amable cuando lo invitó a sentarse.

—Bueno, señor... Harry Edward Styles ¿cierto? –Harry asintió—, ¿dieciocho años? –Harry asintió otra vez—. Cada dos o tres meses, la Universidad realiza una revisión general de sus estudiantes, vale decir, analizamos sus calificaciones, su disciplina personal y algunas cosas por el estilo, y de acuerdo a eso, le otorgamos algunos beneficios, que están libres de aceptar o rechazar. –dijo el hombre leyendo la ficha personal del muchacho—. Usted presenta una disciplina intachable, unas calificaciones increíble y ahora, el tema es que... tenemos una oferta para usted.

—¿Enserio? –preguntó sonriente.

—Claro, mire... el tema es que tenemos un contrato con una Universidad de Nueva York, para que nuestros estudiantes hagan intercambios de algunos meses, como también para que estudiantes de Nueva York vengan a Londres. Queremos ofrecerle un intercambio de tres meses. Bueno, no quiere decir que vendrá un estudiante a quedarse a su hogar. En realidad, le ofrecemos una residencia, pagada, becas alimenticias, y lo necesario para los tres meses. Es una oportunidad maravillosa, señor Styles, en su futuro laboral influirá bastante y serán de gran valor tres meses en el extranjero, ¿qué le parece?

Harry prácticamente no dudó. Era una excelente oportunidad, y según el director, tenía que tomarla lo más pronto posible, porque eran becas muy demandadas. Así que la respuesta fue afirmativa. Llevó un montón de papeleo para que su madre se encargara de ello, y finalmente quedó en que el mes entrante, viajaría a Estados Unidos.

Se sentó en una banca vacía en el parque cercano a su casa, a dos semanas de irse a Estados Unidos. Pensó cuanto le alegraría a Katherine la noticia si lo supiera, si tan solo supiera que le está yendo genial en la Universidad, que es un alumno destacado. Ella estaría tan orgullosa...

Otra vez las lágrimas no tardaron en caer de su rostro. No podía extrañarla más, la necesitaba, quería tenerla entre sus brazos otra vez y jamás dejarla ir.

Aprendiendo a amar; hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora