Capítulo 14 - Indicio

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Indicio

Finrod logró entrar a la habitación y con un rostro de repulsión total se aproximó a Lólindir para decir con enorme esfuerzo:

- Deberíamos... llamar a Merenwen para... para que...

- Llámala.

El estómago de Finrod parece que no es tan fuerte como él, tras unas largas zancadas salió de la habitación en busca de nuestra compañera. No lo juzgo, que persona no perdería su almuerzo al ver de golpe un acto tan atroz, si no fuera que prefiero concentrarme en los mensajes sobre la madera no soportaría estar ahí.

- ¿Qué puedes ver Galdor?

Realmente no mucho, pero es un ovalo alrededor del mensaje que parece un flujo de energía, siempre en dirección de las manecillas del reloj... pero nada más.

- No mucho Lólindir, no entiendo lo que veo.

- Bien, ¿Algo más?

Volví al escritorio solo para encontrarme con el mismo patrón sobre el mensaje... no puedo dar una respuesta... ni siquiera una teoría.

- ¿Me llamaron?

Merenwen entró a la habitación sin la menor señal de ser afectada por el horror que aconteció ahí. Caminó teniendo cuidado con la sangre en el suelo y con su rostro tan radiante y sonriente de siempre.

- Dinos si puedes averiguar algo aquí.

- Claro.

Sin preocupación alguna tomó el cuerpo sobre el escritorio y lo recargo en el respaldo de la silla, revelando así su rostro.

- Creí que se encontraría más tieso... el rigor post mortem indica que la hora de la muerte no puede ser mayor a 24 horas.

Esa mujer me sorprende cada día más, creí que su habilidad le entregaría solo conocimientos de curación... aunque para conocer sobre la vida es necesario entender la muerte. Ella examinó cada aspecto del cadáver, hablando en voz alta mientras lo hacía.

- Fractura de cráneo evidente iniciando por la frente, el impacto fue con un objeto plano y duro, parece que fue contra la misma mesa y las astillas enterradas en su nariz lo confirman lo que podría ser la causa de la muerte, aunque no puedo descartar que quedara inconsciente después de algunos impactos y morir por la hemorragia infringida. Por otro lado, su brazo derecho no muestra rastros de lucha, su uña se encuentra destrozada... el escribió eso en la mesa... "I'm Fine" algo no concuerda aquí.

- ¿Qué es?

- Si tienes a alguien agrediéndote no escribes una nota así... además si se tratara de un suicidio te puedo asegurar que esta no sería la forma.

Merenwen se aproximó al cuerpo sobre la cama para colocarlo sobre su espalda.

- Aquí tenemos algo muy curioso... de igual manera que el anterior, cuenta con un traumatismo severo en el cráneo... aunque aquí fue contra la pared. Mismo patrón, lo que indicaría un asesino serial y no un homicidio... se tiene un modus operandi... pero no encuentro una sola marca de lucha, ni rasguños en los brazos ni dedos engarrotados. No entiendo cómo es posible que una escena de homicidio termine siendo un suicidio. Además, toda la sangre en las paredes y en las ventanas fue por ellos mismos, se golpearon en múltiples ocasiones, conforme empezaban a sangrar, los impactos lanzaron las gotas de sangre por todo el lugar.

Admito que conocer esa faceta de Merenwen fue bastante perturbador, pero su descripción de los hechos fue aún más escalofriante.

- ¡NO PUEDE SER!

Finrod gritó desde fuera de la habitación, todos salimos corriendo del lugar para encontrar a nuestro compañero tirado en el suelo con un rostro más verde que su propio vomito. Levanté la mirada para ver la puerta del baño abierta, en su interior se encontraba la mitad del cuerpo de una niña de no más de ocho años abrazando un oso de peluche, en el suelo se encontraba un mensaje escrito con sangre:

"Life is great"

La imagen impidió que mi cuerpo se moviera, pero mis ojos aún captaban cada detalle. La niña se encontraba casi intacta desde la cabeza hasta la cintura, con un vestido de color rosa que hacía verla como una pequeña muñeca, el oso clásico de peluche de color café un poco desgastado y haciéndole falta un ojo. Desde el final de la falda hasta donde se encontraba el mensaje había un mar de sangre en donde deberían ir sus piernas. La tipografía era exactamente igual a los otros dos mensajes... no creo que fueran ellos quienes lo escribieran, aunque lo que comentó Merenwen indica eso. Mis piernas empezaron a temblar hasta impedirme mantenerme en pie, haciéndome caer al suelo sin la más mínima resistencia.

¿Qué clase de ser humano le haría eso a una niña? A un ser que no tiene nada que ver en esta guerra estúpida... ¿nosotros llegamos tarde?, ¿La pudimos haber salvado?, ¿Por qué no puedo ver más que ese ovalo sobre los mensajes? ¡NO ESTOY SIENDO ÚTIL PARA NADA!

La mano de Lólindir se colocó sobre mi hombro con cierta calidez.

- Levántate Galdor, entiendo que esto no es fácil para ninguno de nosotros, y es justamente por lo que luchamos, defendemos el equilibrio entre todos y detenemos aquellos que abusan de su poder... hagamos que al muerte de esta niña tenga algún sentido.

¿Darle sentido a la muerte? Maldito discurso militar que no sirve para nada, la muerte de una niña no debería ser el sentido de nada. Merenwen caminó a lado mío y colocó fugazmente su mano sobre mi espalda, me miró con un rostro de compasión.

- Lólindir no es el mejor para motivarte a seguir adelante, y de hecho, nadie lo es en esta situación, tan solo... trata de hacer este mundo un mejor lugar para todos, si podemos impedir que esto siga ocurriendo... creo que es razón suficiente para intentarlo.

Ella caminó hasta la niña para realizar su inspección. Aunque sus palabras fueron las mismas de Lólindir pero con un poco más de tacto... creo que entiendo lo que quieren decir. Me levanté y activé mis ojos.

- ¿Puedes decirnos algo sobre esta niña Merenwen?

- No hay mucho más de lo que vemos, aunque lo perturbador se encuentra aquí.

Ella levantó la falda de la niña para mostrar las heridas sobre sus piernas.

- Ven estos cortes, no son realizados por un objeto afilos... parecen ser... marcas de dientes. Sin duda alguna su causa de muerte fue por la hemorragia creada por perforar la aorta. Aunque tampoco muestra signos de lucha ni veo huellas en el suelo que indique la presencia de una cuarta persona en esta casa.

No creo que podamos descubrir lo que pasó aquí... y sin indicios que seguir creo que tendremos que regresar... al fin de cuenta encontramos a los dos miembros perdidos.

La cara de todos se volvió larga y con una gran tristeza, incluso la del soldadito de plomo.

- Bien, demos un último vistazo antes de...

Un gran estruendo golpeó la tierra agitando cada centímetro de la casa, al mirar por la ventana se trataba de Idril quien había caído en picada para aterrizar.

- ¿Qué hace Fëanáro? Le dije que permaneciera arriba para avisarnos de algún peligro a base de gruñidos.

Gritó Lólindir molesto. Si un gruñidosignificaba que el enemigo se encontraba cerca... que descendiera solo puededecir que el enemigo ya se encuentra aquí.    

El Credo - Iniciación IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora