El Credo - Iniciación II

Capítulo 17 - Sombra

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Sombra

- ¡Rápido Merenwen, Finrod!

Ambos se apresuraron para atender las heridas de nuestro líder de equipo. Idril, Nindë, Fëanáro y yo formamos un círculo a su alrededor para evitar cualquier emboscada.

- Deberíamos regresar.

Dijo Finrod con tranquilidad en su voz.

- No me digas que tienes miedo.

Fëanáro respondió con burla en sus palabras.

- No es eso, pero si entramos nuevamente en combate dudo que Lólindir sobreviva al daño extra, recuerda que él tiene el sello de la vida, nosotros no obtendremos daño físico... pero él sí.

Un incómodo silencio llegó para otorgar un ambiente paranoico a la situación.

- Solo... denme un par de minutos.

Dijo Lólindir con gran esfuerzo mientras que la pócima de Finrod y los cuidados de Merenwen empezaban a hacer efecto. Por medio de gestos cargamos al enano hasta la cabaña mientras que Idril levantó vuelo para vigilar los alrededores.

Conforme los segundos se convirtieron en minutos noté que todos empezaron a notar la gravedad de lo sucedido, como si solo hubieran actuado por instinto, pero nadie quería hablar, el miedo era imposible de ocultar y conforme más preguntas nacían la incertidumbre se convertía en un peso sobre nuestros hombros que nos oprimía lentamente.

- ¿Qué aprendieron de esto novatos?

Lólindir habló mientras descansaba sobre la mesa de madera en el centro de la cabaña. Todos tenían la necesidad de hablar pero ninguno se atrevió a ser el primero.

- Galdor, se supone que tú eres el cerebro aquí, tira lo primero que se encuentre en tu cabeza.

Como si se tratará de una tarea fácil, los ojos de mis compañeros cayeron en mí haciéndome sentir presionado por dar la respuesta que ellos buscaban, pero será mejor decir algo que guardar silencio.

- Empezando por lo obvio, hemos encontrado a nuestros objetivos muertos, fuimos emboscados por el Clan quienes creían que nosotros asesinamos a nuestros hombres y a la niña, por tanto ellos no fueron quienes realizaron esto, al tratar de obtener respuestas del enemigo retenido fuimos atacado por un tercero que no parece pertenecer al Clan por sus acciones, solo puede significar que nos encontramos en fuego cruzado.

- Muy bien Galdor, serás tú quien redacte el informe para Lúthien al regresar, a ella le encanta el pragmatismo en las palabras.

No sé si sentirme halagado o meramente insultado.

- Alguien diga algo más, qué notaron o aprendieron de esto.

- ... nos hace falta más entrenamiento.

Dijo Finrod con la mirada clavada en el suelo.

- Estaría muerto si eso fuera verdad. No debes sentirte mal, no hemos cometido ningún error y deben aprender que toda situación que nos enfrentemos a partir de ahora serán de esta naturaleza, no podemos predecir todo lo que ocurrirá ni estar preparado para ello.

Aquellas palabras aliviaron un poco a todos por excepción de Finrod quien reflejaba su culpa en sus brazos que se tensaron a tal punto de hacer saltar todas sus venas.