"Era un idi*ta y yo lo sabia, me tiene loca sentada en este lugar, como si no le importara. Tengo que sacarlo de mi cabello".
Bella
Paso un día entero para enterarse que los reyes se habían ido la noche anterior. Se despertó con apuracion y bajo en pijama a la cocina, perdiendose un poco entre todo lo que tenia. Desayuno en silencio espero lo que seguía.
La tarde marchó bien, un joven le había mostrado una parte del palacio siendo demasiado amable. Tenia unos hermosos ojos esmeraldas y eso le encantó.
Subió que su cuarto para cambiarse y empezar con su trabajo, estaba lista para los reclamos o berrinches de aquel príncipe mimado. Entró y se sentó en su sofá mirando por la ventana, negó levantándose.La ojiazul tomó su pequeño abrigo del sofá donde estaba sentada hace unos segundos, observó un retrato familiar sonriendo levemente con algo de nostalgia. La señora Malik era muy dulce, ojala hubiese tenido la misma bendición de conocer a su madre.
Pero no, ella había muerto en cuanto ella llegó al mundo, parecía que Dios le había hecho un cambio a su familia. Principalmente su padre no estaba feliz. Pero la quería y eso era lo que importaba, la mitad de la paga que recibiría estará en los bolsillos de su padre.
Se quitó su ropa con todo el tiempo el mundo, al quedar en ropa interior camino a sus maletas sacando un conjunto cómodo y perfecto. Se puso un vestido color crema y unos tacones blancos. Se maquillo el rostro con colores pasteles definitivamente esos eran sus tonos.
El sonido de la puerta la hizo saltar. Puso su mano en su corazón y se acercó.
- ¿Si?
- Señorita la busca el príncipe Zayn en su despacho.Abrió los ojos al escuchar esa voz ronca y lenta que la había encantado esta mañana, abrió observando al rizado quien le sonría.
- Se ve hermosa Señorita -Señaló el pasillo- ¿Nos vamos?
Perrie asintió y camino junto con él por largo pasillo. Fue en silencio puesto sintió un poco de miedo, un leve sentimiento la lleno al pensar que las pinturas la seguían con la mirada o simplemente las armaduras que estaban de adorno.
Se detuvieron al frente a dos grandes puertas.
- El príncipe le mostrará lo que falta del castillo -Anuncio abriendo su puerta.
- Gracias -Un pequeño beso en la mejilla fue lo que le dio como agradecimiento.
- Soy Harry.
- Perrie.
- Y yo Zayn ¿Estamos jugando a algo?Ambos se sonrojaron terriblemente haciendo que el rizado se vaya demasiado rápido a continuar con sus tareas del castillo, en cambio, la rubia apretó sus labios molesta con aquel hombre.
- Vamos señorita Edwards tenemos que ver mucho por aquí.
- Lo sigo.Empezaron el pequeño camino recorriendo cada parte del castillo, aquel gesto le impresionó a la ojiazul porque fue algo dulce y tierno de su parte.
Caminaron junto a unas escaleras que dirijian a dos lugares, frunció el ceño al verlo.
- Espero que estés cómoda. El castillo será tu hogar, así que puedes ir a donde tu quieras, excepto al ala oeste.
- ¿Qué hay en el ala...?
- ¡Está prohibida! -Grito fuerte el moreno atrayendo la mirada de unas cuantas mujeres de la limpieza.El grito la hizo saltar temerosa, se alejo un poco para respetar el espacio personal de aquel hombre.
- Sólo no vayas allá ¿Comprendes?
- Lo comprendo.
- No te enojes Perrie, es simple.
- ¿Simple? Disculpa tu ego y actitud no es nada simple.
- ¿Que intentas decir?
- Que eres alguien tonto y egoísta -Camino hacia su habitación.Zayn la siguió enojado.
- ¿A donde vas?
- Lejos de ti.
- Hey, ven acá -Rugió molesto tomandola del brazo.
- Dime, ¿Qué sientes en las noches de soledad? Cuando sabes que jamás vas a tener a alguien a quien abrazar.El silencio reino el lugar y la rubia sonrió.
- Lo supuse -Se soltó y siguió su camino ignorandolo por completo.
El ojimiel la siguió dándole su espacio, miro su forma de caminar esbozando una pequeña sonrisa, movía demasiado la cadera en estos momentos así que supuso que era alguien que se sentía orgullosa de ella misma y lo que poseía.
Se detuvo frente a su habitación y lo miro.
- ¿Algo más?
- No -Le abrió la puerta para que entrará- Mis sirvientes te atenderán en cuanto necesites algo.
- Bien.La mandíbula del hombre se apretó y gruñó.
- ¡Vas a cenar conmigo esta noche! ¡Es una orden! -Grito cerrando la puerta del cuarto con fuerza, le puso seguro y fue a su propia habitación.
Perrie cerró sus ojos sollozando muy bajo, se apoyo de la pared deslizándose por ella. Quería estar con tu padre, al diablo el dinero, necesitaba su casa. Incluso viviría con los constantes acosos de Jacob.
Tapó su rostro con sus manos y limpio sus lágrimas.
Estaba bien.
Estará bien muy pronto.
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The Beauty and the Beast || Zerrie
Fanfiction" Me estoy engañando, jamás me verá sino como un monstruo".