The Beauty and the Beast || Zerrie

VII

"Cita y abejas"

"Así que por última vez necesito ser quien que te lleve a casa, una vez más te prometo dejarte ir".

Apretó el vaso que tenía en las manos mirando el cabello rubio de su acompañante.

- He escuchado que estas saliendo con Edward.

Perrie dejo de escribir en su computadora y se dedicó a mirar al moreno.

- Si, somos pareja.
- Interesante.
- Lo sé.

Zayn se levantó de su asiento y rodeo a la mujer que estaba frente a él, paso su mano por su cabello sin dejar de mirarla. Se había sonrojado.
Últimamente habían hecho las paces ambas personas, desde ahora sería trabajo.

- Entonces ¿Eso hará que te desenfoques de tu trabajo?
- No.

Malik gruñó ante la actitud huraña de la joven, había trabajado con caballos más dóciles que esa rubia.

- ¿Ya me puedo ir?
- Aún no acabamos el contrato Perrie.
- Yo lo acabaré.
- No, lo haremos juntos.

Un ligero sonrojo se presentó en las mejillas de la ojiazul.

- Lo haré sola.
- ¿Te doy miedo?
- No confunda el odio con el miedo Señor Malik -Perrie tomó su bolsa del suelo y salio del despacho del moreno.

Zayn apretó su mandíbula intentando calmar su enojo, la furia que sentía en ese momento, prometió calmar su mal genio y eso haría. Podría sobrevivir con esa revelación tan estúpida de la rubia. Apretó sus puños y camino hacia su silla.

Al pasar por el ventanal pudo observar como Harry acomodaba la comida de los caballos, uno por uno, odiaba admitirlo pero era mejor que él.

No llevaba camisa, tenia un abdomen envidiable que hacía que él luciera como un saco de patatas vacío. Maldijo y levantó un poco su camisa perfectamente acomodada. Unos tatuajes adornaban su cuerpo, los cuales eran diminutos a los de Styles.
Ahora entendía el porque Perrie lo había elegido.

- Tengo que ir al gimnasio -Susurro para si mismo.

Tomó una bocanada de aire al ver a la ojiazul correr hacia el rizado, se había cambiado la ropa por algo más cómodo y endemoniadamente sexy. Lucian como pareja de revista, apostaba toda su fortuna a que si fueran más famosos serían la pareja perfecta, aún más que él y Gigi.

Gigi era hermosa no podía negarlo, esta haciendo modelaje y lo que le atrapó fue ese cuerpo perfecto, pero, no tenia esa hermosa sonrisa que le caracteriza a Perrie.

¿En qué momento prefirió más el cuerpo que la actitud de una persona?

Observó aún más aquella escena, ahora se daban un beso donde el de ojos esmeraldas ponía sus manos en las caderas acercandola más a su tonificado cuerpo. Dudo por un segundo si debía hacer algo para evitar que se cogieran ahí mismo. Una broma no hacía daño a nadie.

Camino a una mesa acomodando su camisa, llamo a un hombre de su confianza. Se sento en su silla sonriendo.

Esperó unos diez minutos jugando con sus anillos.