VI

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Los dos tontos

"Aquí vamos; Me extrañas pero ahora quiero que me beses, olvídate de las mentiras, no me importa en absoluto que es lo que eres y serás. Así que vamos seré una chica mala".

Harry apretaba con fuerza sus manos sobre la sábana, no podía dormir por segunda vez en la semana y no era por algo de pesadillas o esas cosas estúpidas como las que tiene todo el mundo.

Tenia un sueño "indebido" sobre la rubia que trabaja para el maldito príncipe Malik. Sobre su amiga que no lo verá más que eso.

Paso su mano por su frente quitando el sudor, soltando un largo suspiro tras de sí, vaya que esos pensamientos sonaban y se veían como si fuera un maldito adolescente entrando en plena etapa en la que se ponía caliente con cualquier cosa que veía. Se rió con nervios levantándose de la cama intentando olvidar esos ojos azules que lo atraparon el primer día.

Han pasado cinco meses y no se ha podido sacar de la cabeza ese sentimiento, mucho menos de su corazón.

Paso por el espejo sosteniendo con su mano derecha su pantalon de pijama, entro al baño de su habitación despojandose del mismo. Encendió la ducha mirando como el agua caía. Pensando en que pasaría si fuera el príncipe y pudiera decidir que hacer por una vez en su vida o haber hecho algún experimento científico con esta agua.

Sonaba aburrido como pensaba pero era así.

Tomó su baño y salio con una toalla en la cintura cantando una canción de Elvis Presley. Miro la puerta en cuanto escucho un ruido no muy lejos de su cuarto, se cambio rápido.

Un pantalón negro, una camisa blanca y unas botas algo gastadas. Se acomodo sus rizos lo más rápido que pudo, salio corriendo sin perder el tiempo en cerrar los dos primeros botones de su camisa.

Se detuvo en la mitad de los escalones al escuchar algo que reconocía con facilidad. Bajo con cuidado sin hacer ruido.

Zayn se estaba besando con Gigi, corrección, se estaban comiendo.

Dirigió su mirada a la cocina donde se encontraban unos hermosos ojos zafiros llenos de lágrimas. Perrie.

Camino a la cocina haciendo sonidos con sus botas, la pareja se separo apenada al notar la presencia del rizado.

Este entró en la cocina abrazando a la ojiazul para que el moreno no notará que estaba llorando, por él. Pego sus labios a su sien susurrando algo para tranquilizarla, diciendo cosas que la harían sentir segura o en paz.

Una mano los separo con brusquedad.

Harry gruñó asustando a Hadid, dirigió su mirada esmeralda a Zayn quien los fulminaba.

- ¿Qué rayos?
- Ve a tu trabajo maldito estropajo.
- ¿Disculpa?
- Zayn... -La princesa tomó su mano del ojimiel la cual retiro rápido.
- Ese cabello tan estúpido por favor no es sexy supera ese hecho.
- Sin nosotros no eres nada.

Payne entró justo en ese momento y abrió los ojos de golpe al ver esa imagen.

Harry Styles retando a Zayn Malik, vaya que estará bueno.

- Son empleados.
- Y tu un niño.

Perrie intervino poniéndose enfrente de ambos hombres, miro al moreno con odio y dolor.

- Basta.
- Esto es tu culpa, desde que llegaste mis sirvientes se han vuelto contra mi.
- Calmate de una vez niño malcriado, rico y mimado.
- No debiste entrar a mi habitación, a mi vida -Zayn miró enojado a la mujer frente a él.
- Y tu deberías calmar tu mal genio -La rubia grito controlando sus lágrimas.

Unas chicas ajenas a la situación asintieron al igual que Liam y Harry.

El moreno relajo sus facciones al escuchar eso, miro a Perrie quien luchaba por mantener su compostura, tenia razón, en todo y eso era lo más le dolía en su orgullo.

- Lo siento.
- Zayn -Harry lo llamo.

Miro al rizado recibiendo un puñetazo en su rostro tirandolo al suelo, el castaño detrás de él río a carcajadas sin creerse aquello.

- También lo siento.
- Me lo merecía -Gimió tocando su mandíbula.

Liam le dio una patada en sus costillas, el de ojos esmeraldas se puso sobre el golpeándolo con fuerza.

Gigi gritaba pidiendo ayuda, en cambio Perrie sonreía al ver la divertida situación. Pensar que ese niño la traía loca, era de locos pensar en eso pero le gustaba Zayn y ahora que lo pensaba también la traía loca aquel rizado, ese chico de portada de revista.

Harry se levantó flexionando sus manos observando sus nudillos llenos de sangre y lastimados, un dolor que valió la pena tener.

- Siento eso.
- Maldito idiota me las pagarás.

Tomó la mano de Perrie y salio de la cocina con una gran sonrisa dejando ver ese hermoso hoyuelo a su costado, la llevo a un pequeño lago cerca de esa guarida.

- Son unos tontos.
- Me alegra ser en cierto modo tu tonto.
- Harry.

Ambos se miraron justo a unos pasos de llegar al agua.

- ¿Si?
- Me gustas mucho.

El corazón se le salía del pecho al observar esos ojos azules brillar, solo para él, su felicidad no le cabía en el pecho. Mataría por esa chica.

- También me gustas.
- ¿Mucho?
- Mucho nena, mucho.

El rizado tomó con cuidado su cuello acercandola a él, rozó sus labios con una sonrisa y la beso después de meses deseando eso. Se movían con sincronía, como su hubieran sido hechos para estar juntos y no saben cuanto desearía Harry que ese momento no se acabará. El oxígeno hace falta por desgracia y se tuvieron que separar.

- No importa lo que hagas Pezz, luces hermosa -Acomodo uno de sus mechones rubios- Estoy loco por ti amor, eres mi diez perfecto.
- Oh Harry...
- Nadie es tan especial como tu lo eres para mí y si, es correcto amor lo dije estando orgulloso, estoy loco de amor por ti.

La mujer sonrió emocionada a tal propuesta y halagos. Se sentía amada, por primera vez deseaba quedarse ahí con él para siempre.

Y es ridículo que el para siempre dura sólo unos segundos.

The Beauty and the Beast || ZerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora