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"Ella tiene su propia razón para hablarme, no le importa una mi*rda sobre lo que necesito y puedo decirte el porque, mi cerebro no puede resistirse, dime tus mentiras porque no puedo enfrentarlo".

La intrusa

- Necesito que venga ahora señorita Edwards -Exige el moreno por el teléfono- No me importa si esta viendo algo de una mobiliaria venga ahora -Cuelga exasperado.

Camino por el largo pasillo hacia el comedor, hoy tendría la cita con la Princesa Gigi y por supuesto que era una muy buena opción. Cuerpo de diosa, cabello rubio, ojos azules, pechos grandes y perfectos.

Se sentó en una silla frente a un plato de comida en que a su vez había otro plato frente a él donde se sentaría Hadid.
Tomó un largo respiro mirando al frente preparandose mentalmente para "Conquistar" a aquella mujer.

Miro su reloj que se colocaba en la muñeca, cinco minutos de retraso por parte de la señorita Edwards, esto era intolerable. Se levantó y camino al cuarto de Perrie que quedaba a unos cuantos metros del de él, paso cerca del suyo y observó una cabellera rubia.

Su pulso se aceleró gravemente al ver el pequeño retrato de alguien que consideraba especial, se acercó molesto, la empujó con suavidad quitandole la fotografía, acarició el marco y volvió a dejarlo donde estaba.

La encaró sintiendo su rabia en todo el cuerpo.

- Señor Malik... -La ojiazul lo miro apenada.
- Te dije que no entrarás aquí.
- No pensé que fuera malo.
- ¿Te das cuenta de lo que pudiste ocasionar? -Grito molesto.
- Lo siento.

Zayn Volteo a ver una rosa que yacía sobre el escritorio, tomó una pequeña tapa de cristal y metió ahí la flor para que no le pasará algo.

Giro para verla mejor y sacó todo el aire que tenía.

-Zayn...

- Tengo que recordarle que usted no es más que una sirvienta, alguien que me sirve -Ríe sin ganas- Olvidare esta falta y te diré lo siguiente, necesito que le sirvas a mi novia si es que requiere algo.
- Ese no es mi trabajo -Cuestionó la ojiazul.
- Ahora lo es.
- Tengo mejor trabajo que ese.
- Lo siento pero necesito que estés en la cocina, ahí tienen que estar las personas de bajo nivel como -La mira de arriba a abajo- Tú.

Y eso bastó para que los estribos de Perrie se perdieran, le dio una sonora -Probablemente dolorosa- cachetada.

- Largate -Gruñó- FUERA DE AQUÍ ANDA MALDICIÓN.

Perrie retrocedió unos pasos al verlo así.

- FUERA -Grito furioso- SAL DE MI VISTA ANTES DE QUÉ TE SAQUE A PATADAS DE MI CASA.

La ojiazul dio vuelta y corrió tan rápido como sus pies lo permitieron.

El moreno se puso pálido al pensar en todo lo que dijo, se sento en su cama tapando su rostro.

Los pasos de la mujer eran grandes, saldría de ahí. Paso por el gran jardín sin autorizar que alguna lágrima saliera.

- ¿A donde vas? -Pregunto confundido el rizado al ver así a su musa.

Harry dejo de limpiar aquel almacén cerca de la cocina y la observó.

- Se que lo prometi Harry -Tomó su abrigo de un sofa- Pero no puedo quedarme ni un minuto más -Sale del castillo.
- ¡Perrie! -Grito el ojiverde con sus ojos cristalizados.

La rubia tomó entre sus manos las llaves de su pequeño automóvil, entro y condujo a la ciudad sin mirar atrás.

Paso una hora llena de lágrimas al igual que gritos llenos de tristeza y enojo, se detuvo en un pequeño bosque.

El motor estaba muerto y la gasolina se había acabado.

Apoyo su rostro en el volante sin dejar de llorar, ahora estaba sola, en la nieve, helada y hambrienta. Su día no podía mejorar ni un poco. Canto un poco una canción que su padre le cantaba de pequeña, sonrió con nostalgia apretando un poco los labios.

Un golpe en la ventana la saco de aquellos pensamientos. Abrió la puerta mirando al hombre que no deseaba ver en absoluto. Zayn Malik vino a salvarla.

- Vamos -Susurro tomando su mano.
- No voy contigo.
- ¿Quieres congelarte?
- No.
- Entonces ven conmigo.
- No iré.

El ojimiel cerró sus ojos sin una pizca de paciencia, camino hacia su caballo montandose en este al verla que no hacía alguna acción para irse con él.

- Feliz Congelación dulzura.

La boca de la rubia se abrió sin creerse nada, se acercó a él y lo empujó tirandolo del caballo. Soltó una carcajada al verlo lleno de nieve.

- ¿Qué te sucede?
- Fue el karma.
- No se porque te contrataron.

La mujer intento hallar algo de enojo a aquel comentario pero solo escucho burla y sarcasmo, eso la hizo sonreír.

- Soy perfecta, más que esa barbie que tienes de novia y dejaste plantada.
- Vamos a casa luego traerán tu escarabajo.
- Es un auto clásico.
- Clásico mis...

Perrie levantó una ceja.

- Mis anillos.
- Vamos Batman.
- ¿Quién es Batman?
- Luego te cuento hombre de las cavernas.

Zayn se levantó sacudiendo su pantalon, se monto por segunda vez en el caballo.

- Sube.
- No puedo.

Estiró su mano quien la tomó la rubia, se impulso y subió detrás del moreno. Apoyo su rostro en su hombro carcajeandose leve.

- Eres una extraña damisela.
- Ser diferente esta bien, es mejor algo extremo que un simple plan.

El ojimiel sonrió y cabalgo hasta su castillo sin quitar aquella sonrisa. Se sentía feliz con ella, y eso no sucedía seguido.

The Beauty and the Beast || ZerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora