¿Solo tuya?

Capitulo 44 Tormento.

Lo acepto, Lysandro me gusta pero yo no me iba a declarar.

Yo... Haré que Lysandro se enamore de mi.

Estaba decidida a eso pero la verdad en estas semanas creo que lo único que logre fue ahuyentarlo. Hay veces en las que platicabamos muy a gusto y si nuestras miradas se encontraban el carraspea y se iba de inmediato, no entendía si... Lo molestaba o lo ponía nervioso.

¡Dios mio Lysandro, estas acabando conmigo!

Me acosté en el sillón y suspire. Hasta oí a alguien entrar no alce la vista hasta que oí que hablo supe que era mi estúpido hermano.

—Hola estúpida.

—Callate imbécil— el se sentó encima mío y pregunte de manera casual —Oye ¿Estas seguro de que Lysandro no es homosexual?

—Mmm... No, eso creo.

—¿Crees?.

—Mmm... Si, a Lysandro le gustan las chicas.

—¿Estas seguro?.

—Si.

¿Entonces cual es el problema?.

—Él, a tenido novias ¿cierto?

—Quizá, no en el tiempo en que lo conozco pero quizá si antes.

—Y... De casualidad sabes ¿que tipo de chica le gusta?.

—No, no tengo ni la menor idea. Pero en definitiva no le gustan las que intentan ser algo que no son.

Estúpido hermano listo. Tenia razón.

¡Pero no sabia que mas hacer!, no era muy fácil acercarme a Lysandro. Lysandro... Tan lindo con sus bellos ojos uno color miel y el otro de un verde bello jade, con unos labios que se ven tan apetecibles, ¡Oh mi amado si tu me dejaras posar mis labios en los tuyos yo moriría feliz!
¡Joder!, deja de pensar en él Madlen, el hace que salga mi lado cursi.

—Entonces al fin admites que te gusta Lysandro.— sentía que me caía un balde de agua fría en la cabeza. Bien, había aceptado que Lysandro me gustaba pero solo para mi misma, aceptarlo públicamente era muy diferente y mas aun enfrente de mi hermano, me daba vergüenza y si se lo decía quizá me empezaría a molestar.

—Puff claro que no.

Tocaron la puerta y Castiel se paro a abrir, de seguro era Alice, me acomode en el sillón y cerré los ojos.

—Hey, pasa Lysandro.— Esperen... ¿Que?, no... No dijo Lysandro ¿o si?.... Naaa de seguro me quede dormida y ya estoy soñando con el. Como te vas a dormir estúpida, te acabas de girar. ¡Esto no es un simulacro, Lysandro esta aquí, repito ESTO NO es un simulacro, Lysandro esta aquí!.
Me puse de pie de inmediato y me senté en el sillón, acomode mi cabello con mi mano y sonreía como boba.

—Lysandro, hola.

—Hola Madlen— el sonrió y sentía que iba a tener un derrame nasal con esa sonrisa tan perfecta o peor aún, que se mojaran mis bragas.
Si, así de emocionada me ponía por él.

—Ajam... A quien quieres engañar.— dijo mi hermano y yo lo mataba con la mirada, dios mio ¡CALLATE, estúpido hermano!.

—Me voy a mi cuarto— no espere respuesta y corrí a mi habitación. ¡Dios mio Lysandro había venido y yo estaba con pijama!.