Capítulo 29

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Tomé mi celular y llame a mi casa, espero y no sea muy tarde allá.

Al -hola- ok, no espere escuchar esa voz.

A -¿esta mamá o papá ahí?- me puse nerviosa.

Al -hermanita, que gusto ¿cómo estas eh?- sonó alegre.

A -bien, ¿están mis papás?- insistí, no quiero hablar con el.
Al -salieron hace un rato ¿que tal Nueva York?- aunque no lo veo se que esta sonriendo.

A -bien. Diles a mis papás que los llamó más tarde, adiós- colgué sin esperar su respuesta.

Dejé el celular en mi mesa de noche y me levanté para ir a bañarme, iba a entrar al baño pero escuche a mi celular sonar, lo volví a tomar y revise quien era, era el número de mi casa, se que es él, dude en contestar pero lo hice.

Al -¡ni se te ocurra volverme a colgar, ¿me escuchaste?!- dijo enojado.

A -si- dije nerviosa, es increíble que estando tan lejos pueda seguir teniendole miedo.

Al -¿cómo estas?- dijo más calmado.

A - ya te dije que bien- seguí nerviosa.

Al -te extrañe anoche- dijo ¿triste? -¿que has echo allá? ¿te estas divirtiendo?-

A -si, eh ido a conocer Nueva York, es muy bonito aquí- me senté sobre la cama.

Al -sobre todo porque yo no estoy ¿cierto? Y contéstame con la verdad-

A -si, estoy mucho mejor aquí, me siento tan feliz- dije aparentando estar alegre.

Al -lo se, pero estoy seguro de que aún piensas en mi. Debes despertar asustada por las noches cuando siente que él te abraza y piensas que soy yo- río.

A -claro que no, con él me siento segura, desde que estoy aquí en quien menos eh pensado es en ti- dije furiosa.

Al -claro y yo te creo- dijo irónico -¿recuerdas cuando nos quedábamos solos en la casa? Esos días eran maravillosos, te desvestias frente a mi llorando, tu carita tan tierna, y luego te hacía mía ¿recuerdas eso?- parecía orgulloso de todo lo que me hiso.

A -basta- dije llorando -no quiero recordar eso. Déjame en paz-

Al -el escucharte llorar me excita tanto, quisiera tenerte aqui-

A -no me vuelvas a llamar, voy a colgar- solloce.

Al -¡te dije que no me cuelgues!- dijo furioso.

A -¡tu ya no me vas a decir que hacer!- colgué.

Lance el celular al piso, volvió a sonar, lo tome y lo lance contra la pared con toda mi fuerza, se hiso pedazos y su pantalla se rompió. Me tiré al suelo de rodillas llorando. Escuché que comenzaron a tocar la puerta desesperadamente pero no me levanté a abrir.

C -¡Adele, abre la puerta!- grito la madre de Simon.

Me puse de pie y abrí la puerta sin importar mi apariencia.

C -querida ¿que te paso?- dijo preocupada.

No soporte más y me lancé a sus brazos llorando.

C -tranquila, todo esta bien- sobo mi espalda.

Me quedé en sus brazos por un par de minutos intentando calmar mi llanto.

A -disculpeme, estoy bien, no pasa nada- me aleje de ella y limpie mis lágrimas.

C -¿por que gritabas?-

A -tuve una discusión con mi medio hermano, eso es todo- por primera vez le dije medio hermano al que yo llamaba mi hermano.

Infierno En CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora