VI
Me quedé medio ida viendo cuerpo inerte de Luca enfrente de mi.
De no haber estado preocupada por el hecho de que se encontraba inconsciente ya me hubiera reído de él.
Cuando me recuperé de mi shock, me arrodillé a su lado e intente levantarlo, pero era un monstruo corpulento, no podía con él.
-Vamos pedazo de estiércol, levanta tu flojo trasero.- dije medio en burla, medio preocupada.
Al ver que no reaccionaba, el alcohol que estaba fluyendo por mis venas, rápidamente se desvaneció, haciéndome mas consciente.
Estrujé a Luca con todas las fuerzas que pude, pero no había respuesta, mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.
Alan y Patrick intentaban ayudarme a despertarlo, al parecer a ellos también se les había quitado la borrachera, al igual que Suzie y Scout que estaban pálidas del susto.
Nadie hacia nada para ayudarnos, todos miraban ésto como si también fuera un jodido espectáculo. En mi vida había estado tan asustada, no sabía que le pasaba a mi hermano si estaba bien o no, ni siquiera había recibido cuidados médicos.
No me permití llorar, no, todavía no.
-¿Sienna, traes tu carro?- preguntó alguien a mis espaldas.
-¿Qué?- dije con una irreconocible voz, producto de un nudo en la garganta gracias al esfuerzo que estaba haciendo para no llorar.
Ian se paró enfrente de mí y repitió la pregunta.
Asentí con fuerzas y el, como pudo, paró a Luca y con la ayuda de Alan y Patrick, lo sacaron del bar casi arrastrando.
Fui por mi mochila, que estaba en los sillones e inmediatamente corrí detrás de ellos.
Al llegar a mi carro, abrí la puerta trasera y metieron a Luca como un cadáver.
Mi corazón no paraba de latir con fuerza.
Que no sea nada malo, por favor, que no sea nada malo.
Abrí la puerta del conductor y miré a los chicos con gratitud.
Ian se acercó a mi.
-Deja que te acompañe al hospital.
Necesitaba apoyo, y no estaba dispuesta a llamarle a mis papás hasta que no supiera que tenía Luca.
Asentí, me dispuse a manejar, pero sabía que no era prudente, aunque estaba muy asustada y al parecer se me había bajado la borrachera con el susto, no me sentía muy segura.
Le tendí las llaves a Ian y el comprendió al instante.
Hacía una hora que estábamos en la sala de espera del pequeño hospital de aquél pueblo, esperando que nos dieran noticias de mi hermano.
Me sentía tan débil, tan frágil, sentía que no era yo.
Mis ojos no soportaban mas el tener que estar con lágrimas, las cuales tenía que derramar, me dolían, al igual que el nudo en la garganta. Pero nada dolía mas como mi corazón, sentía que se quebraba, mientras mi mente me jugaba una mala pasada haciéndome pensar en cosas horribles acerca de Luca y la tardanza de las noticias.
Ian trataba de tranquilizarme.
-Las malas noticias vuelan rápido, Sienna. Ten paciencia, seguro tu novio está bien.
Casi pude reírme, pero en vez de éso, mi pecho dolió más.
-Es mi hermano.- dije luchando contra las lágrimas, por milésima vez en ésta hora y media.

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Red Thread
Novela JuvenilUn hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper. La obra está registrada en Safe Creative bajo el código: 1405270980806...