Chapter XXII

296 16 5
                                        

Me sentía terrible metal y físicamente. 

Había sido una semana demasiado triste, cansada y estresante. Mi pecho dolía mucho. Estaba a punto de perder a la persona que más quería (sin contar a mi familia, claro). 

Mamá entró a mi cuarto con una charola. 

-Traigo tu comida favorita.-me dijo con una sonrisa y se sentó en mi cama. 

En la charola estaba un plato con 2 sándwiches de queso fundido y tomate junto a un vaso de jugo de piña natural. 

Le sonreí agradecida. 

-Gracias mamá. 

-Me dijo Luca que ayer vino Ian a verte...-empezó mamá así como no quiere la cosa.-Y también me dijo que escuchó gritos... ¿terminaron? 

Mordí un sándwich mientras negaba con la cabeza. 

-¿Se puede saber qué pasó?

Mastiqué lentamente y después tragué. 

-Él se va a ir mamá.- le dije con voz contenida.

-Oh, Sienna.-dijo y después me abrazó. 

-Va a ir a Afganistan.-sollocé en su hombro.

Mamá me daba palmaditas en la espalda y me decía que me tranquilizara, que todo estaba bien, pero mientras más me decía éso, más me entraba el sentimiento y comenzaba a llorar más. 

Deshice nuestro abrazo y limpié mis lágrimas. 

La miré a los ojos y después le conté todo lo que había pasado ayer, el porqué se iba Ian y con qué propósito. Ella me escuchaba y apretaba mi mano de vez en cuando. 

-Éso es terrible.-dijo cuando terminé de hablar.-Mi niña, mañana se va. No lo vas a poder convencer, éso te lo aseguro. Así que te recomiendo que pases éste día con él, porque no sabemos que vaya a pasar allá, los accidentes pasan, cariño. Piensa que hoy podría ser su último día juntos. 

-Que esperanzadora eres mamá.-le reproché.-Pero tienes razón. 

-Así que termina de comer, cámbiate y ve con Ian, seguro que te necesita ahí junto a él. 

Y así lo hice. Me cambié rápidamente, terminé mi comida y lavé mis dientes meticulosamente. No podía andar por la vida con los dientes sucios y menos si iba a ver a Ian. 

Sin télefono, ni bolso, sólo con 20 dólares en mi bolsillo trasero, el regalo que había comprado para Ian de navidad y las llaves de mi carro, bajé a la sala. 

Mamá y papá estaban ahí sentados mirando Toodlers and Tiaras. 

-Llego tarde, no me esperen.- les dije. 

Mamá me sonrió y me guiñó un ojo.

Su jeep estaba ahí, pero él no abría. Estaba comenzando a desesperarme. 

Toqué el timbre una vez más, pero no hubo respuesta. Aporreé la puerta con todas mis fuerzas. 

¿Y si el no quería abrir la puerta? ¿Y si él no quería verme nunca más? ¿Y si ayer fué una despedida? Mierda, no. Sienna, no te atrevas a llorar. 

Lo esperaría todo el tiempo que fuera, eventualmente tendría que salir o algo. 

Luego, por mi mente pasó algo demasiado triste: Quizá él me había mentido y se había ido hoy. Sin despedirse de mí ni nada. 

Negué con la cabeza, tratando de alejar ése pensamiento de mi mente. Él no haría éso. 

O quién sabe. 

Red ThreadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora