III
El chico que "amablemente" me había ayudado ayer por la falla de mi carro, a media carretera, estaba ahí, a unos metros mirándome como si tuviera monos en la cara.
¡Se suponía que nunca lo volvería a ver, demonios!
Dejé de mirarlo en el momento que volvió a poner su estúpida sonrisa torcida. Maldito.
-Ahora vengo, quédense aquí.-les dije a las chicas en tono severo.
-Uhhh, Sienna ya consiguió acción para esta noche.-dijo Suzie cuando me dí vuelta y caminé hacia el chico del trasero bueno.
-¿Me estás siguiendo?-dije cuando me paré justo enfrente de él.
-Hola, ¿cómo estás?-dijo sarcásticamente.
-Déjate de juegos, ¿me estás siguiendo, si o no?
Yo era la clase de chicas que tenían muy poca paciencia, y en éste momento, paciencia ya no tenía.
-No, ¿tú me estás siguiendo?- dijo con una sonrisa
Ugh.
-No, ¿porqué lo haría?- dije frunciendo el ceño.
-Hmm, no lo sé, ¿por qué soy extremadamente sexy, tal vez?
Me mordí el labio para no reír, todo ésto se volvía demasiado estúpido.
-Eres un idiota..- murmuré viéndolo a los ojos.
-Eso es lo que dicen.- suspiró.- Soy Ian.
-Ah.- respondí con indiferencia, en realidad no le había preguntado su nombre, no me interesaba en lo absoluto, o bueno, sí.
-¿No me vas a decir el tuyo?
-No.-contesté simplemente mientras me encogía de hombros.-¿Porqué lo haría?
El se rascó la ceja con el meñique y frunció el ceño.
-Tal vez por que te arreglé tu carro anoche...
-¡Dios mío, solo necesitaba agua! No hiciste gran cosa.
Ian puso los ojos en blanco.
-Cosa que tu no sabías, y aunque lo hubieras sabido, no traías agua.
-Hubiera pasado otra persona, eventualmente.- dije como si fuera obvio.
-Hubieras esperado más y la persona posiblemente fuera un verdadero pervertido.
Touché.
-Soy Sienna.-dije poniendo los ojos en blanco.
El sonrió como el gato de Cheshire
-Así que... ¿Vives aquí?-me preguntó casualmente.
-Me acabo de mudar, ayer precisamente.
-Oh, bienvenida.
Me miró a los ojos de una manera que me sentí extrañamente incómoda, que hizo que apartara los ojos inmediatamente.
-Gracias. Hmm, ¿podrías dejar de mirar así?
-¿Así cómo?- preguntó mirándome con mas intensidad.
-¡Así!
El se soltó riendo.
-¿Quieres que cierre los ojos?
-No pero.. Ugh, eres un idiota.
El puso lo ojos en blanco.
-Entonces deja de decir que pare de mirarte.
-Ugh, eres demasiado...-comencé a decir pero una chica asquerosamente hermosa, tomó el brazo de Ian y le sonrió.
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Red Thread
Novela JuvenilUn hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper. La obra está registrada en Safe Creative bajo el código: 1405270980806...