Chapter XX

276 10 0
                                    

El hospital estaba completamente vacío. Las recepcionistas cuchicheaban y leían revistas de compras por catálogo, las enfermeras caminaban de aquí allá con tazas de café y con ojeras debajo  de sus ojos.

El viaje de regreso al pueblo, Ian había estado en silencio, sufriendo a su modo. 

Al llegar al hospital yo había tomado su mano, y la apreté, dándole mi apoyo. El, aún con sus ojos llorosos, me sonrió. 

Mi corazón se rompía una y otra vez al ver sus ojos, que en algún momento de la tarde habían brillado de alegría y felicidad, ahora estaban sombríos, tristes e hinchados. 

Ambos estábamos en la sala de espera, nos habían dicho que pronto vendría un médico que nos informaría acerca de la mamá de Ian. 

Él miraba de vez en cuando las puertas de los cuartos, esperando que saliera un doctor saliera de ahí, pero no había noticias. 

A la hora de estar esperando, Ian se paró y empezó a caminar aquí y allá, yo solo lo observaba. No quería molestarle en un momento tan tenso como éste. 

Una doctora salió del cuarto de dónde estaba su madre.

Ian corrió hacia ella y después me miró. 

Yo me paré y fui hacia donde el estaba, Ian me tomó mi mano y la apretó, yo la apreté de nuevo. 

-¿Qué tiene mi mamá? ¿Está bien?-dijo Ian preocupado. 

La doctora frunció los labios.

-La trajeron aquí con síntomas de pre infarto, ósea con un fuerte malestar en la zona del corazón,gracias a que dicho órgano no recibió suficiente sangre rica de oxígeno..Ella está estable, hemos podido controlar su preinfarto y ahora ella se encuentra despierta, pero su corazón está muy débil. 

-Con débil, ¿a qué se refiere?- pregunté yo.

La doctora tragó y volvió a fruncir los labios.

-Tiene riesgo de sufrir un infarto masivo. 

-¿Qué es eso?-preguntó él. 

-Su corazón está muy dañado.-dijo, y mirando a Ian a los ojos, suspiró.-Si te soy sincera y perdóname que lo diga, no creo que sobreviva ésta noche. No hay mucho que hacer, su corazón necesita urgentemente un trasplante y con urgente me refiero a en este mismo instante, podríamos ponerla en la lista de espera, pero hay personas que tienen años y años en ella, no podemos darle prioridad a ella, lo siento, muchacho. 

Ian abrió mucho los ojos.

-¿Qué? ¡Ustedes tienen su tecnología! ¡Pueden hacer algo! TIENEN QUE SALVARLA.-gritó histérico, mientras caminaba y jalaba su cabello, estaba tenso y sus ojos estaban llenos de agua.-Tienen que salvarla, es mi mamá.-sollozó. 

-Haremos todo lo posible para salvarla, pero su corazón ya no aguanta. No está en nuestras manos.-dijo la doctora impasible, como si esta clase de cosas las viera todos los días. 

-¿Puedo ver a mi mamá? Necesito verla. 

-Sí, pero no la fuerces ¿vale? Tanto como su corazón, tanto como sus defensas están débiles. 

Ian asintió y caminó hacia el cuarto, yo dudé en ir con él, ya que era su momento con su mamá, quizá sería la última vez que hablara con ella y yo no quería arruinar ése momento tan íntimo. Él, al llegar a la puerta de la habitación, me miró con sus ojos tristes. 

-Quiero que me acompañes. 

-Es algo privado, Ian. No puedo ir.-dije negando con la cabeza.

-Quiero que vayas. Tu me das la fuerza que necesito. Por favor, te lo suplico.-rogó, con sus ojos llorosos. 

Red ThreadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora