2- No vuelvas a retarme

1K 65 29
                                    



Nuevamente se encuentra la madre de Fred aquí, creo que ella está más emocionada que yo con la boda. Si salgo del cuarto hará que me pruebe vestidos. Sería mejor salir a la antigua. Me agacho y miro debajo de mi cama, la típica escalera de helicóptero. La tomo entre mis manos y la saco. Camino hacia el balcón, la amarro a las barandas y todo esta listo. Tomo mi pequeña cartera y empiezo a bajar.

Caigo en el pasto, y el chico que es jardinero me mira sorprendido. Meto la mano en el bolsillo de mi enterizo y saco un billete, se lo entrego y él sonríe. Arreglo mi cabello y camino hasta el parqueadero, si mamá me viera pisando el pasto se moriría. Diviso mi auto y quito la alarma, subo y salgo hasta llegar a reja, el guardia abre y yo salgo a toda velocidad.

Salgo de casa rápidamente, y tomo la misma carretera en donde pinché mi auto, con el fin de tomar un poco de aire y con la esperanza de encontrarme al motociclista. Sigo hasta que una motocicleta se atraviesa en mi camino haciéndome frenar en seco.

Me bajo del auto enfadada, y vaya coincidencia, es el motociclista engreído.

— ¿Qué pasa por tu cabeza? Tu pude matar—grito

El ladea la cabeza en actitud altanera y dice:

— No creo que mates al hombre que cambio la llanta de tu auto—contesta.

Yo lo miro incrédula.

— ¿tú qué sabes?

Él se quita el casco, se baja de la motocicleta, yo salgo del auto, mantengo mi firme postura y el simplemente tiene una sonrisa socarrona.

— Veo que te gusta meterte en apuros—ríe.

— No... solo doy un pequeño paseo—corrijo con fastidio dándole poca importancia.

— ¿así le contestas al chico que cambio tu neumático?—cuestiona.

Me cruzo de brazos

— Te contesto como es debido.

El rasca su barbilla y luego pone el dedo índice de su mano derecha en los labios y dice:

— ¿segura? — hace una pausa y ladea la cabeza—Oye... otra cosa, no pareces ser de este lado rural...

— No. Vivo en Kensington—contesto cortante.

— Una chica fina ¿qué hay de tu acento? No es de aquí.

— Es francés—respondo seca—soy francesa—digo.

El me mira.

— No tienes que ser tan cortante—susurra.

Yo sacudo la cabeza escéptica.
Sé que estoy siendo grosera, pero hay algo en su actitud que hace activar mi modo de defensa.

— Eres un engreído motociclista.

— Y tu una engreída niña de casa—ríe provocando mi furia.

Él se acerca más a mí, yo retrocedo unos pasos, a pesar de ser guapo es intimidante ¿pero que podrá hacer? Solo bastaría mover un dedo y enterrarlo en una cárcel.

— Ni un pasó más motociclista—ordeno.

El me observa detenidamente, alza una ceja y sonríe.

— Precavida, me gustan de tu tipo— ronronea.

— Tengo novio, jaque mate—digo victoriosa y le brindo una sonrisa.

Everything that I need [ z.m.] #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora