Everything that I need [ z.m.] #wattys2017

14 - familia tengo un anuncio

Abro la puerta y todo esta silencioso. De hecho no me parece normal. Hay envolturas de dulces tiradas por doquier. Unos susurros y risas traviesas se empiezan a escuchar. Dejo el ramo de tulipanes en el tocador del rellano. Avanzo lentamente cuando de pronto unos gritos de batalla se escuchan y cuatros niños se abalanzan sobre mi haciéndome perder el equilibrio y terminar en el piso. Cuando logro asimilar el dolor de mi trasero aquellos niños me llenan de besos.

— ¡quietos chicos!—digo con suavidad.

Logro quitármelos de encima y me levanto. Los observo lentamente y tienen una sonrisa pícara en sus rostros. El mayor y líder del clan Antonio, esos ojos verdes como esmeralda y esa melena rubia como un cantante de rock. Le sigue jane, cabellos castaño y ojos azules, la cómplice fiel de su hermano. Sakhmet piel acaramelada y el todo de su cabellera se asemeja la oscura noche de tormenta y por ultimo Carla que parece ser la copia de Gérard. Rápidamente los abrazo y los lleno de besos, estos empiezan a quejarse ya que toda mi labial queda sobre sus pieles.

— ¡oh Dios mío! Están muy grandes, me siento vieja. Antonio ya tienes diez años no lo puedo creer y jane ocho. ¡Ay mis morenitas están grandes muy muy grandes! No lo puedo creer Sakhemt con nueve y Carla con cuatro—digo rápidamente.

— ¿podremos jugar contigo tía?—pregunta Carla con suma ternura.

Alzo mis hombros y sonrió. Estos chicos son maravillosos.

— Claro que sí, claro, además podremos comer dulce, pero esta vez Tasmania—hago énfasis en Antonio—no en cantidad no queremos que termines en el baño de nuevo.

— Tía... Carter no nos deja entrar a tu cuarto—confiesa jane.

— Hmmm yo hablare con él no se preocupen—digo—ahora tengo que hacer unas cosas ¿vale?

Me libero de los chicos. Tomo el ramo de tulipanes y camino hacia la escalera. Subo los escalones a paso acelerado, camino hacia mi cuarto, la puerta está cerrada. Toco un par de veces y un puchero se escucha. Carter esta celoso... pues bueno tiene razón al estarlo, durante estos días el centro de atención para mí ha sido él, pero al llegar los demás niños tengo que dividir mi atención.

— Carter, cariño abre—pido

— ¿te quedaras conmigo?—pregunta.

Dudo por unos segundos y aprieto mis labios

— Sí, pero tenemos que hablar primero.

— Está bien.

La puerta se abre con delicadeza dejando ver aquel niño que es su rostro tiene una expresión triste. Entro y cierro la puerta detrás de mí. Me siento en la cama y le doy un par de palmadas al colchón para que él se siente. Lo miro fijamente y sus ojos azules lucen apagados por alguna razón.

— ¿Qué pasa cariño?—pregunto con suavidad.

— Es que... antes de que ellos llegaran solo éramos tú y yo—susurra.

— Lo se cariño, pero son al igual que tu mis sobrinos y a todos los quiero por igual— le explico— pero mira el lado bueno podemos jugar todos.

— No es así—se queja.

— Tenemos todo el tiempo, me puede explicar.

El hace un puchero y luce adorable. Luego suspira y me mira.

— Ellos siempre dicen que tienen un vínculo como hermanos, siempre que venimos juegan los cuatro, y me dejan solo, si tu no juegas conmigo ellos no lo van a hacer, nunca quieren—dice con rapidez.