16- pincesito duerme conmigo

538 39 4
                                    


Termine rápido de organizar mi nueva casa, ya que mis hermanos, cuñadas e incluso mamá me ayudaron. La casa tiene eco. Se siente grande, creo que será fácil acostumbrarme, pues tengo esa sensación de regocijo al saber que la compre yo. Pero ahora mi estómago gruñe, y tengo que admitir que me hace falta la compañía de los empleados y mi mamá. Tomo mi celular y pido un domicilio de pizza. Pero obviamente yo sola no me puedo comer una caja de pizza.

¿Estas?

Princesita... que olvido.

He estado trasladándome.

¿Hmm?

Tengo mi casa propia, entre otras, he pedido una caja de pizza, y no puedo comerla yo sola.

Ay princesita. Me encanta la manera en la que sigues siendo tan precavida. Envíame la ubicación de tu nueva casa.

Está bien

Con el pasar de media hora el timbre de la casa suena. Corro hacia la puerta, y abro. Sigo hasta la reja y ahí está el repartidor con la caja entre sus manos.

— ¿Cuánto es?—pregunto.

— Son diez.

Del bolsillo de mi sudadera saco un billete de a veinte y se lo entrego. EL me da la caja y del pequeño canguro que cuelga de su cadera saca el cambio y me lo da. Le agradezco y doy media vuelta.

— Espero que no me dejes acá afuera—se escucha en un grito suave.

Doy media vuelta y ahí está el. Tiene a Irina entre sus brazos y ella se ve muy adorable, pues lleva un vestidito rosa con un chaleco y un cintillo a juego.

— Déjame ir por las llaves, no demoro.

Entro de rapidez y dejo la pizza en la mesa de comedor. Regreso y tomo las llaves que guindan en un perchero al lado de la puerta. Camino hasta la reja y abro, dándole paso a Zayn. Me da un beso en la mejilla y espera a que yo cierre para entrar a la casa. Caminamos hasta la puerta y entramos. El calor se apodera dándome una sensación placentera.

— Buen trabajo princesita, esto luce como un palacio—dice él.

— No es para tanto, lo importante es que me sienta cómoda en ella.

Le invito a pasar a la sala de estar, que tiene los ventanales que dan a la piscina. Yo regreso por la caja de pizza y unas servilletas, cuando tengo todo camino hacia donde se encuentra Zayn. Dejo la pizza sobre la mesa, abro la caja tomo una rebanada y se la entrego.

— Hmm Zayn, en estos días tengo una boda, y me preguntaba si te gustaría ir conmigo. Tengo dos cupos, y bueno...

— Esto es un poco raro—ríe.

— ¿por?

— Es la primera vez que una chica me invita a una boda...

— Bueno... entiendo si no quieres ir, no hay problema.

El alza las cejas y me mira de soslayo.

— No me dejaste terminar princesita... y lo último que iba a decir es que sería un honor acompañarte—aclara.

— Creo que será na boda bastante interesante.

— Solo si así lo deseas.

Procedemos a comer la pizza entre risas y chiste, hasta que finalmente solo quedan unas cuatro rebanadas. Le invito a ver una película, pero antes de eso Irina se queda dormida así que subimos hasta mi cuarto para acostarla. Según lo que cuenta Zayn no se despierta en la noche. Después de acostar a la bebe seguimos hasta la cocina y luego al cuarto donde curiosamente hay un jacuzzi y es sala de cine. Él se sorprende un poco y le causa risa al tiempo. Desplegamos el sofá cama y nos reclinamos, ya que esas sillas las considere poco cómodas. Curiosamente una de las películas que están en el proyector es de miedo. Todo está oscuro y solo se escuchan las voces de los personajes.

Everything that I need [ z.m.] #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora