8 Ese labial rojo

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El taxi nos deja en todo el frente, hay algunas personas sentadas en el pasto y otras en sillas reclinables. Estas es un cine al aire libre, claro está en un sector de la ciudad donde los ruidos son mínimos. Busco a Zayn con la mirada pero no logro encontrarlo. Carter sostiene mi mano izquierda y señala varios puestos de comida chatarra.

— Princesita—susurran a mi oído.

Doy un pequeño salto, mi corazón se acelera. Respiro hondo, doy media vuelta. Ahí está él, tiene una camisa de cuadros y un jean. Una sonrisa pícara se dibuja en su rostro.

— Zayn—digo finalmente.

— Es todo un placer verte de nuevo—contesta.

— Creo que pensamos igual...

Pasan unos segundos en los que solo somos él y yo. Un tirón en mi chaqueta me hace Salir de trance. Miro hacia abajo y ahí está el pequeñín impaciente por comer golosinas y ver una película.

— Ah Zayn él es Carter, es de quien te hable—digo.

Zayn se agacha hasta quedar a la altura de Carter, le dice algo y chocan sus puños. Se levanta y me mira fijamente. Realmente no sé qué hacer cuando él hace eso.

— Vamos, iré a comprarle unas golosinas a Carter—digo algo nerviosa.

Empezamos a caminar. El me pregunta como estuvo mi día. Le respondo con detalles simples, pero concretos. Seguimos caminando hasta que llegamos a un puesto de dulces. Carter escoge algunas golosinas, en realidad son muchas. La chica que atiende está encantada con él, así que le regala unas cuantas aparte de las que pague. Insisto para que Zayn pida. Tras mis suplicas y pucheros el acepta pedir unas gomas de sabores. Abandonamos el puesto de dulces y caminamos hacia la taquilla. Zayn procede a comprar las entradas. Le digo que tengo que ir a buscar un baño, solo es una excusa para comprar palomitas y refresco. Llego hasta un puesto, me atiende rápidamente y regreso. El al verme ríe y niega con la cabeza. Caminamos hasta la entrada, donde esta una chica recibiendo las entradas. Zayn entrega las tres y pasamos. Buscamos un lugar en la última fila, aunque Carter... bueno él es él y decide sentarse en la primera fila. Supongo que en unos años sabrá lo que es la diversión cuando esta con alguien importante en el cine.

Las sillas son reclinables, por lo que me siento relajada al recostarme. Miro hacia donde esta Zayn y le brindo una sonrisa. Algo en el me da a entender que se tiene mucha confianza.

— Estas muy linda hoy princesita. Y ese labial rojo te sienta de maravilla—dice.

Me sorprendo y sonrió.

— Gracias—digo.

Me es inevitable comparar a Zayn con Doug McRay, de la película Atracción Peligrosa. La personalidad e ambos hombres tienen un toque de misterio. Hasta en el tono de su voz se puede sentir. Cuando entra por mis oídos, es como si algo encendiera una alarma en mi ser. Y eso me gusta. Al tiempo este tipo de cosas se me hacen extrañas, puesto que en mi antigua relación si yo tenía un cambio así fuese en el labial lo único que ese estúpido ser decía era: ¿por eso armaste tanto alboroto? Tiene más gracia una ardilla que tú o te ves tonta con ese maquillaje, te demoras mucho y te ves siempre igual. Pero este motociclista era sincero y decía las cosas directamente.

— ¿en que estas pensado princesita?—pregunta.

Yo enfoco mi atención hacia él y ruedo los ojos. Me volverá loca con ese apodo.

— En como unas pequeñas palabras pueden cambiar por completo el día de una persona.

El entrecierra sus ojos y asiente lentamente. Luego pregunta:

Everything that I need [ z.m.] #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora