WhatsApp (Carlos Auryn)

¿Novio?

Yo: No puedo estar más cansada.

Me dejo caer en la cama, enterrando la cara entre las almohadas. Noto como el colchón se hunde.

Carlos: Estoy muerto, y aún me queda hacer las maletas.

Me levanto de golpe y lo miro fijamente. ¿Cómo que hacer las maletas?

Yo: ¿Qué?

Carlos: Que aún me queda hacerme las maletas, me vuelvo a España mañana.

Yo: No te puedes ir, todavía no.

Me dejó caer en el colchón, volviendo a enterrar mi cara entre las almohadas mientras dejo salir un largo suspiro de mis labios. Noto la mano de Carlos acariciándole el pelo.

Carlos: Si fuese por mi me quedaría pero el trabajo me lo impide.

Yo: Nunca me has dicho en que trabajas.

Carlos: Ya te enterarás. Es un trabajo difícil de asimilar. Ni si quiera yo lo asimilo aún.

Yo: ¿Traficas con drogas?

Carlos: ¡No! Eso no jajajajaja.

Sus manos siguen acariciando mi pelo consiguiendo arrancarme una pequeña sonrisa.

Carlos: Te voy a echar mucho de menos bichito.

Yo: Y yo a ti gatito.

Sigue acariciando mi pelo hasta que consigue que me quede dormida. Lo último que siento antes de caer en los brazos de Morfeo es un delicado beso en la mejilla y un "buenas noches" de su parte.

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Carlos: Despierta bichito, te está llamando tu madre.

Me acurruco más entre las sábanas pero Carlos vuelve a insistir en que me despierte.

Carlos: Ésta es la quinta vez que te llama, yo creo que es importante.

Abro los ojos lentamente y me estiro en la cama, Carlos me pasa mi teléfono y descuelgo.

Yo: ¿Mamá?

Mamá: ¿¡Me puedes decir donde estás!? ¡Desapareciste por la mañana y aún no has vuelto!

Yo: Mamá tranquila, estoy bien.

Mamá: ¿¡Dónde estás!? ¿¡Con quién!?

Yo: Estoy con Celia, en su casa. Me invitó ayer a quedarme a dormir. Se me pasó decirtelo. Lo siento...

Mamá: Bueno, no pasa nada, ya tienes 23 años, no debería meterme tanto en tu vida, lo siento cariño. Disfruta con Celia.

Yo: Adiós mamá.

Cuelgo la llamada y al segundo me siento fatal por haberle mentido.

Carlos: ¿Que quería?

Yo: Saber dónde estoy y con quién.

Carlos: ¿Y qué te ha dicho cuando le has dicho que estabas conmigo?

Yo: Eso es lo peor, no se lo he dicho, le he mentido.

Carlos: ¿Por?

Yo: Odio que quiera saber dónde estoy a cada momento. ¡Tengo 23 años! Ni que tuviese 16...

Carlos: Pero es tu madre... Sólo se preocupa por ti.

Yo: Ya lo sé... ¡No me hagas sentir más mal!

Carlos: Bueno cambiemos de tema. Buenos días bichito.

Posa sus manos en mis mejillas y deja un dulce beso en mis labios.