WhatsApp (Carlos Auryn)

Nochevieja {1}

Yo: ¡Carlos! ¿Que me queda mejor? ¿El mono negro o el vestido rojo?

Carlos: Estás mejor sin ninguno.

Giró mi cuerpo con ambos vestidos colgados de una percha justo delante de mi cuerpo.

Yo: Se que estoy buenísima, pero por favor, necesito que me ayudes a elegir.

Carlos se ríe y niega con la cabeza.

Carlos: Sí que se te ha subido el ego desde el otro día eh.

Yo: Hombre, sí un chico tan guapo me dice lo bonita que soy... Me lo tendré que creer.

Carlos suspira y sonríe a la vez que apoya su cabeza en la pared de mi habitación.

Yo con una sonrisa en los labios vuelvo a ponerme frente al espejo.

Yo: Creo que me quedo con el mono. Es más atrevido.

Pongo el mono enfrente de mi cuerpo y sonrío, por fin voy a encontrar el momento de estrenarlo.

Carlos: ¿Y que te vas a poner rojo?

Yo: ¿Rojo?

Carlos se separa de la pared y se acerca a mi.

Carlos: ¿Aquí no hacéis lo de llevar una prenda roja en nochevieja para que en el año que entra os vaya bien en el amor?

Niego con la cabeza.

Yo: ¿Y tu que vas a llevar rojo?

Carlos: Sorpresa.

Yo: Los calzoncillos, ¿verdad?

Carlos: Mierda.

Me río y cojo un tanga rojo del cajón, Carlos se tumba en la cama con el móvil, parece que alguien le ha hablado.

Aprovecho y me cuelo en el baño para cambiarme. Me desvisto y me meto en la ducha, no sin antes recogerme el pelo en un moño mal echo y ponerme el típico gorro de ducha, esta mañana hemos ido a la peluquería y no me quiero estropear el pelo.

Termino de ducharme y salgo con la toalla enredada en el pecho. Seco por completo mi cara para después maquillarme. Nunca me ha gustado el maquillaje en exceso, pero es nochevieja, por una vez no va a pasar nada.

Salgo del baño y me encuentro a Carlos abrochándose los botones de la camisa frente a mi espejo, yo me acerco hasta el zapatero y saco unos tacones negros, me los calzo y me pongo de pie, joder si que estoy alta.

Me acerco hasta el espejo y abrazo a mi gatito por la espalda.

Carlos: Estás tú muy cariñosa hoy, ¿no?

Yo: Es lo que hace la nochevieja. Por cierto, ¿me ayudas a ponerme el colgante?

Carlos asiente y coge el colgante con cuidado, lo pasa por mi cuello y lo engancha.

Sonrío y me coloco a su lado, nos hacemos mil fotos en el espejo y muchas selfies mientras esperamos a que vengan el resto. Mi madre ha aceptado que nos tomemos las uvas aquí todos y ya despues que nos vayamos donde queramos. Mamá, te amo.

El móvil de Carlos vibra y se mete en una conversación de WhatsApp, miro con quién habla y sonrió al ver el nombre de Blas. En cinco minutos están aquí.

Yo: Una cosa, ¿como vienen? Porque en el coche de Celia no caben todos.

Carlos: Han cogido también el coche de Alex.

Asiento y me siento a su lado, él sigue hablando con Blas y yo me permito el lujo de cotillear la conversación.

Carlos: Deja de cotillear.