Yo: ¡Que hay un pikachu cerca! ¡Corre Carlos que si no se nos escapa!
Os sitúo un poco. Nos hayamos Carlos y yo en el parque del retiro, después de haber estado andando durante más de dos horas por el centro de Madrid en busca de pokemons.
Carlos: Pero Carla... ¡Que llevamos media tarde andando! Estoy cansado...
No le hago ni caso, cojo su mano y lo arrastro hacia el lugar en el que yo creo que está pikachu.
Yo: Yo también estoy cansada, pero ese pokémon fue mi infancia y siempre he querido uno.
Carlos: Cinco minutos y vamos, ¿vale?
Yo: No.
Lo sigo arrastrando por todo el retiro viendo como la silueta de pikachu avanza en la lista de pokemons cercanos. De repente mi móvil vibra y una cosa amarilla sale justo delante de mi personaje.
Yo: ¡Está aquí! ¡Está aquí!
Le doy al muñeco de pikachu y aparece en mi pantalla, es de nivel 127, no está mal. Hábilmente lanzó la pokeball y en la pantalla aparece un ¡genial!, signo que le he dado bien, la pokeball absorbe a mi pikachu y cae al suelo, un toque, dos toques... Y antes de que de él tercer toque consigue salir de la pokeball, ¡mierda! ¡Se me va a escapar! Abro mi mochila y le lanzó una baya frambu, consiguiendo que sea mas fácil de capturar, vuelvo a lanzar la pokeball, está vez con efecto impactando directamente en la frente de mi pikachu. ¡Excelente! La pokeball vuelve a absorber a mi pikachu y está vez si da los tres toques. ¡Ya es mío! ¡Pikachu es mío!
Yo: ¡Carlos! ¡Que tengo un pikachu!
Carlos: ¡Por fin! ¿Nos podemos ir ya a casa? K se debe sentir sólo.
Yo: ¿A casa? ¡Pero si sólo son siete de la tarde! Un ratito mas, ¡por fiiii!
Carlos: ¡Aghh! Venga vale. Pero con una condición, nos sentamos en un banco cerca de una pokeparada y ponemos un cebo, así cazamos pokemons sin movernos.
Yo: Vago.
Comenzamos a andar hasta la pokeparada más cercana y nos sentamos en un banco que esta justo al lado. Carlos saca su móvil y se mete en la aplicación, yo pongo un módulo cebo y en seguida ya tenemos un Pidgey y un Rattata enfrente nuestra.
Carlos: Que asco les tengo a los pájaros esos. Y ya no te digo a las ratas esas. ¡Está todo lleno!
Yo: Son como una plaga.
Oímos pasos a nuestro alrededor, son dos chicas que van andando mirando fijamente el móvil, se sientan en el suelo a un par de metros de nosotros. Susurrando le habló a Carlos.
Yo: Que te apuestas a que están jugando al pokémon go.
Carlos: Seguro que están jugando, mira como desliza el dedo por la pantalla del móvil, está lanzando pokeballs seguro.
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WhatsApp (Carlos Auryn)
Fanfiction-Te quiero -dijo ella mirando las preciosas vistas, apoyada en la barandilla del puente. -¿Sabes que? Te amo desde que te sentases justo a mi lado en el aeropuerto.-dijo él cogiéndola de la cintura y atrayéndola hacia él. -No digas tonterías. Sabes...