Secretos

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Carlos: ¿Pero que coño haces chaval?

Carlos se quita a Blas de encima suyo y se levanta del suelo. Blas baja la mirada avergonzado.

Carlos: ¡Qué tengo novia joder!

Yo: A mi no me ha molestado.

Carlos me mira sin comprender.

Yo: Joder ha sido un pico de broma. Yo me doy picos con mis amigas.

Carlos: Pero...

Yo: Ni peros ni nadas, estabais de broma, punto. No saques las cosas de quicio.

Blas: Lo siento Charlie, no pensaba que te lo ibas a tomar así.

Se rasca la nuca nervioso, y le mira pidiéndole perdón también con la mirada. Se me rompe el alma verlo así, ni que hubiese sido un beso con lengua, ha sido un pico, y encima Carlos no hace más que empeorar la situación gritándole. El resto de Auryn están intentando tranquilizar a Carlos por lo que yo decido acercarme a Blas.

Yo: ¿Puedo hablar contigo?

Asiente sin siquiera mirarme a la cara, pasó uno de mis brazos por sus hombros y lo abrazo. Entramos en mi habitación y se sienta en mi cama, apoya los brazos en sus piernas y agacha la cabeza. Me siento a su lado y le acaricio el brazo.

Blas: No pensaba que se lo fuese a tomar así.

Yo: Yo tampoco la verdad. Lo peor es que te haya insultado por tu condición sexual.

Blas: Lo de los insultos no es la primera vez que pasa. No se si debería contarte esto...

Yo: Dicen que se escuchar, puedes contarme lo que sea.

Blas: Cuando empezamos con Auryn yo acababa de salir de una relación tóxica, al principio no quería contárselo a nadie pero al final acabé contándoselo a Carlos el cual me ayudó a salir del pozo en el que había entrado y... Joder no puedo.

Apoya su cabeza en mi hombro y lo veo contener las lágrimas.

Yo: ¿Y que más?

Blas: M-me en... Joder no quiero que te enfades conmigo tu también.

Yo: ¿Por qué me iba a enfadar?

Noto como suspira y sorbe por la nariz, me duele el alma verlo así.

Blas: Me enamoré de él. Estaba siempre a mi lado, nunca me dijo nada por ser como soy hasta aquella noche.

Yo: No eres de ninguna manera Blas. Ser gay no es malo.

Blas: Creeme que si que lo es.

Yo: ¿Qué pasó esa noche?

Blas: Antes está habitación era mía, vivíamos juntos para que el alquiler nos saliese más barato.

Vuelve a sorber por la nariz y noto su mano temblar bajo la mía.

Blas: Una noche mientras cenábamos le dije lo que sentía y literalmente me echó de casa. Me dijo cosas muy desagradables que no quiero ni recordar. No esperaba que me dijese que el también me quería, sabía de sobra que le gustaban las chicas, pero no se, sentía la necesidad de contarselo.

Paso la mano que me queda libre por debajo de mis ojos limpiándome las lágrimas, no entiendo como pudo hacer eso. Conozco de muy poco tiempo a Blas, pero se le ve una persona hermosa por dentro, cariñosa, divertida... No se merece para nada sufrir esos insultos.

Blas: De esto hace unos tres años, se disculpó y quiso que volviese a vivir aquí, pero no quería forzar la situación, además ya había encontrado otro piso. Recuperamos nuestra amistad y me prometió que no iba a volver a actuar así, que él no era así, que actuó de esa manera porque le pilló por sorpresa... Pero hoy me ha demostrado que no fue la sorpresa lo que le hizo actuar así...

Yo: ¿A ti te sigue gustando?

Blas: No. Pero tenerlo así de cerca me ha recordado muchas cosas y no he podido evitarlo. Pero te prometo que no me gusta.

Dos toques en la puerta hace que paremos nuestra conversación. La puerta se abre y Carlos entra lentamente en la habitación, cierra la puerta y se apoya en ella, dejándose caer apoyando la espalda en ella.

Carlos: Lo siento, no quería actuar así.

Yo: Si queréis me voy.

Blas: No por favor, quedate.

Carlos: No se lo que me ha pasado...

Yo: Yo se lo que te ha pasado. Has pensado que yo me iba a enfadar, que te iba a dejar por un simple pico y por eso has atacado de esa manera tan rastresa a Blas.

Carlos: Tenía miedo, miedo a que me dejases, pero...

Yo: Parece que no me conozcas, ¿te acuerdas en Camden Town con el dependiente? ¿Me enfadé cuando te tiró los trastos delante mío? No. Es más te organicé hasta la cita con él.

Carlos: Lo hiciste para que las zapatillas te saliesen gratis.

Yo: Eso es lo de menos, ¿vistes algún indicio de enfado cuando te miró el culo?

Carlos: N-no...

Yo: Pues ahora lo mismo, ha sido un pico entre dos amigos, un pico que para ti y para él no ha significado nada. Así que dejar de estar enfadados y dolidos y solucionarlo como dos hombres de pelo en pecho, con un abrazo.

Ambos se me quedan mirando como si acabase de matar a un gatito.

Yo: ¡Qué os abraceis y os pidáis perdón!

Ambos se levantan asustados y se acercan el uno al otro, pero no me hacen caso. Me acerco a ellos y los empujo obligándolos a abrazarse. El primero en estallar es Carlos que se aferra fuertemente a la espalda de Blas, el cuál cierra más los brazos alrededor del rubio y cierra los ojos, liberando varias lágrimas que llevaba conteniendo un buen rato.

Carlos: Yo no quería que nada de esto se repitiera joder. Eres mi mejor amigo, te quiero como al que más y por un momento he visto nuestra amistad volver a peligrar y me he asustado, por eso te he gritado. Lo siento de verdad.

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HOLAAAAAA!!! Todo bien?? Yo estoy un poco tocada por el capítulo, no he podido evitar llorar mientras escribía :(

No creo que vayan a haber muchos mas momentos Blarlos como el del capítulo anterior, pero para compensar he decidido que los protas de mi nueva novela sean...

*Redoble de tambores*

BLAS Y CARLOS!!!

No va a ser como el resto de novelas que hay por wattpad de Oh Dios mío te amo desde que formamos Auryn. NO. Es algo diferente, no existe ni el grupo en el fic. De Auryn seguramente sólo aparezcan ellos dos.

No la subiré hasta que tenga bastantes capítulos escritos, la quiero guardar para cuando empiecen las clases y eso.

Pero como soy buena y sería un poco rastrero dejaros con la intriga, os voy a hacer un mini adelanto.
Leer y espero que os guste ❤.

Un beso y ya sabeis, os leo en los comentarios❤

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Unas manos tiraron de su camiseta, arrastrándolo hasta un lugar que prácticamente nadie frecuentaba. El rubio quedó atrapado entre el cuerpo del secuestrador y la pared del pasillo. El secuestrador llevaba un pasamontañas para ocultar su identidad pero esos ojos azules grisáceos ya los había visto nuestro protagonista.

-¿Blas?- El rubio se atemorizó cuando el secuestrador le tapó la boca.

-Sí, soy yo y ahora callate y dejame que te explique, te buscan, tienes algo que ellos quieren y no voy a consentir que lo consigan. Vete a casa, cierra las ventanas y sobretodo no dejes a nadie entrar, ni si quiera a mi, ¿entendido?

El rubio asintió atemorizado y Blas desapareció ante sus ojos. Miro hacia la izquierda y hacia la derecha, ni rastro del moreno. El corazón se le aceleró hasta tal punto que pensaba que se le iba a salir del pecho. ¿Qué le estaba pasando? Una voz en su cabeza le avisó de que el peligro estaba cerca.

"¡Carlos! ¡Huye!"

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